¡Qué tus aguas laven los males del mundo, Madre Yemayá!
Son las aguas claras del mar, un elemento purificador y de renacimiento.
Y así también se ve a Yemayá, la deidad que representa los mares, la maternidad y ese amor de una madre por su hijo.
Ella es la madre por excelencia de todos, Orishas y hombres, y así se le rinde devoción y se le pide su protección y consejo.
Yemayá pertenece a la religión Yoruba, conocida también como Regla de Ocha-Ifá o Santería, fue la primera orisha del universo, pues nació cuando Olofi decidió crear el mundo, y llegó justo para apagar con agua el fuego que se había liberado y asolado el planeta.
Se dice que a partir de Yemayá y Obbatalá, nacieron los otros orishas del panteón yoruba.
Es por ello que Yemayá es vista como la madre de todos y representa:
- La fertilidad,
- la purificación,
- la maternidad y
- el origen de la vida.
Cuentan las leyendas que su útero es el más fértil de todos, y funciona como manantial de vida para todo ser viviente.
Por ello Yemayá es símbolo de fertilidad y es dueña de la capacidad de tener hijos en las mujeres.
6 Cualidades hermosas que definen a la Diosa Yemayá:
- La diosa simboliza el agua salada de los mares, es la madre de todos los seres vivos, la dueña de los 7 mares.
- Protege a sus hijos y devotos de todo tipo de peligros y de afecciones relacionadas con el vientre que impliquen enfermedad o muerte a través del agua, la lluvia o la humedad.
- Ella ejerce influencia y control sobre varios órganos del cuerpo humano como son: los glúteos, el útero, el hígado y el pecho.
- Su nombre deriva de la contracción de la expresión en yoruba Yèyé omo ejá que se traduce al español como «Madre cuyos hijos son peces».
- Los devotos acuden a ella por su gran capacidad para los milagros y su misericordia.
- En numerosas ocasiones le rezan en sincretismo con la Virgen de Regla, vista en la religión cristiana como la patrona de los marineros y en Cuba, considerada guardiana de la ciudad costera del mismo nombre.
Yemayá es también símbolo de la sabiduría
Yemayá es adivina por excelencia, cuenta la leyenda yoruba que le robó el okpele a Orula y este luego le entregó los caracoles (diloggún).
Por ello se dice también que es la diosa de la sabiduría y símbolo de la inteligencia y la astucia.
Ella sabe cómo juzgar a las personas y cómo actuar teniendo en cuenta las capacidades y características de cada uno de sus hijos.
Los mares, la luna y Yemayá ¿Por qué la diosa es asociada con la luna?
Cuenta el Pataki que el Sol andaba exhausto al principio.
Desde la creación del mundo él no había dormido nunca y brillaba sobre la Tierra día y noche, por lo que ya estaba a punto de extinguirse, de borrarse.
Además, con su brillo eterno, Olorun, el Sol, maltrataba la Tierra, haciendo que todo muriera calcinado.
Los Orishas estaban preocupados por esa situación y se reunieron para encontrar una salida.
Fue Yemayá quien trajo la solución. Ella había guardado bajo la falda algunos rayos de Sol.
Así, la diosa proyectó sobre la Tierra los rayos que había guardado y mandó al Sol a descansar, para después brillar de nuevo. Los débiles rayos de luz formaron otro astro.
De esa forma quedó estipulado que el Sol descansaría para recuperar sus fuerzas y mientras tanto reinaría Oxu, la Luna.
Su fría luz refrescaría la Tierra y los seres humanos no perecerían en el calor.
Así, gracias a Yemayá, el Sol puede dormir y en la noche, las estrellas velan por su sueño, hasta que la madrugada traiga otro día.
Además, Yemayá decidió que a través de la luna y sus fases juntamente con la fuerza del viento, que agita las aguas, controlaría las mareas.
Con atenciones elevamos nuestros rezos a la Reina de los Mares
Para rezarle a Yemayá, sepamos que podemos hacerlo en la orilla del mar o desde las aguas, así hablaremos con nuestra madre Orisha con tranquilidad y en su propio templo natural.
Por supuesto, también podemos hacerlo en nuestra casa, delante de un altar realizado para venerarla y adornado con los tonos y elementos representativos del mar.
Algunos de los elementos que se le ofrendan son:
- Ochinchin de Yemayá hecho a base de camarones, alcaparras, lechuga, huevos duros, tomate y acelga,
- flores como rosas blancas y gladiolos
- velas blancas o azules como el mar que la representa
- ekó (tamal de maíz que se envuelve en hojas de plátano),
- olelé (frijoles de carita hecho pasta con jengibre, ajo y cebolla),
- plátanos verdes en bolas o ñame con quimbombó,
- frijoles negros y pescado entero,
- palanquetas de gofio con melado de caña,
- dulces como coco quemado,melado de caña y azúcar negra,
- frutas como melón de agua o sandía, piñas, papayas, uvas, peras de agua, manzanas, naranjas, etc.
Las oraciones que le destinamos a Yemayá pueden ser muy variadas, por lo general tienen algún motivo en específico.
Existen por ejemplo rezos para el dinero, la fertilidad, el amor, la salud, entre otras.
Debemos rezar con toda la devoción, con fe y desde el corazón. Le contamos nuestras dificultades siempre con inmensa confianza en sus poderes y en sus decisiones.
Con esta oración podemos rezarle a la dueña del mar Yemayá
¡Oh Osha Yemayá tú que reinas las aguas, las cuales cubren a todos tus hijos!
Divina madre mía, salva nuestros cuerpos y mentes, purifícanos con tus inmensos mares
esparciendo el respeto dentro de nuestros corazones, respondiendo con gran veneración
a la gran fuerza de la naturaleza que tú encarnas y permite que tus aguas nos amparen y protejan.
Te rogamos gran Yemayá, Reina de las aguas, por favor escucha este deseo a obtener.
Con todo amor y justicia te ruego dame la fuerza, dame la energía necesaria para poder soportar todo.
En tu reino el mar y bajo tu armonía quiero vivir.
Protege a mis seres queridos de todos los males y peligros.
Bienaventurada sea siempre tu figura. Así sea
Frases que nos recuerdan a la Orisha Agua:
Muchas personas que siguen la religión yoruba, recuerdan unas frases o preceptos relacionados con Yemayá y aplicados a la vida.
Por ejemplo:
- “Un hijo de Yemayá jamás debe descansar hasta conseguir lo que desea”.
- “Me entrego a la corriente de la vida transportándome a donde necesito estar”
- “Rendirse muchas veces no significa abandonar tampoco es darse por vencida”
- “La única rendición debe ser a la apertura y a la confianza”
- “Te enseñaré a aguantar los golpes de la vida, así como las rocas aguantan las olas del mar”
- “Hijos dejen que todos rían, que la última carcajada la suelto yo”
- “Trata de ser humilde en esta vida, porque el que sube como palma, cae como coco “.