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Ogberoso, el cazador que conocía el lenguaje de los pájaros ≫ Pataki

Ogberoso

Cuenta este patakí yoruba, que un cazador llamado Ogberoso siempre andaba por el monte de cacería, en compañía de un amigo, y que estaba muy orgulloso de sí mismo por sus habilidades para esa actividad.

Como su puntería era mejor cada día, aumentaba la cantidad y calidad de las piezas capturadas y el cazador estaba sumamente feliz de compartir lo que había cazado con su amigo.

Pero lo que no sabía es que a su compañero se le despertó la envidia al ver las habilidades de Ogberoso y quiso vengarse, pues pensaba que este lo quería dejar en ridículo.

Un día, aprovechando la confianza que Ogberoso depositaba en él, le echó unos polvos en la cara y lo dejó ciego, abandonándolo luego en la espesura del monte.

Los pájaros ayudan a Ogberoso

Ogberoso, ciego y afligido por la traición, vagó por mucho tiempo de un lado para otro, tropezando con las raíces de los árboles y los troncos caídos y comiendo muy poco hasta que se acostumbró a caminar en la maleza, a capturar piezas pequeñas y a alimentarse de raíces y yerbas.

Cansado, un día se sentó bajo un árbol y como conocía el lenguaje de los pájaros, escuchó que dos aves conversaban animadamente sobre las virtudes de ciertas plantas.

Entre las hierbas del monte, encuentra la sanación

El cazador ciego se interesó en el tema, pues la información podría serle útil, y en la charla de los animales escuchó cómo hablaban sobre hierbas que eran buenas para la ceguera y para las hemorroides.

Ogberoso, fue tanteando las hierbas del monte y como buen conocedor de la naturaleza, pudo identificar la planta que, según los pájaros, podía devolverle la vista.

Así, exprimió la planta sobre sus ojos y poco a poco fue recobrando la visión. También buscó la planta que era buena para curar las hemorroides y se fue.

El cazador salva al rey

El cazador siguió caminando al salir del monte y al fin, llegó a un pueblo desconocido para él. Allí escuchó a la multitud decir que el rey tenía un padecimiento que nadie había podido curar.

Preguntó sobre la dolencia del rey interesado y cuando supo que era hemorroides, se presentó en el palacio y le dijo al monarca que tenía la cura para su enfermedad.

El rey aceptó la ayuda y quedó muy agradecido cuando se curó. Luego le dio al cazador todo tipo de bienes y a Ogberoso le sonrió la suerte.

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