Yewá, Diosa amada, Diosa de la angustia, Santa fatal de soledades, a ti dedicamos esta oración:
Invocándote para que nos protejas con tu manto, alejando las enfermedades y los infortunios.
Oración:
Tú que eres la pastora de la capa de viento y andas al lado de la muerte.
¡Cuídame madre Yewá!
Eres solemne, perfecta, de modestia sin sombra.
Tienes boca y aura tristes, vives en el cementerio donde solo hay huesos, allí entre los muertos, acompañando tu gran soledad.
¡Protégeme de la oscuridad!
Tú que el aire traspasas, que palpitas entre las tumbas y los altos árboles, que pastoreas recuerdos entre hierbas y cruces, que entiendes lo que dice el viento:
¡Ampárame, Yewá: de la muerte y las calamidades!
Tú que andas sin prisa, pero segura como un caracol, que te mueves entre campanas y malvas, que tus dedos son de cera: ¡No nos desampares ni de noche ni de día!
Virgen de tanto andar entre fantasmas, recurro a ti en este momento desesperado de salud que me acongoja, para que atiendas mi plegaria, y me des aquello que te pido de corazón.
Tu cara va pintada de blanco y tus labios de color obispo adornada de caracoles y piedras rosadas, tu andar es melancólico, danzas entre la muerte sin sombras.
Yo que soy tu fiel devoto me arrodillo ante tanta grandeza para que me ayudes a sanar y espantes de mi lado todo mal.
Te invocamos con gran respeto diciendo: ¡Maferefún Yewa!
Oración para la Orisha Yewá traducida del yoruba:
Yewá ri ornase si mi orno iwo taríba nitosi le oni aché ni ¡wo nitosi gba yokodá kosi ano, kosi oto, kos/ eyo, kos¡ ikú fumi aikú aladé mí odukue
Oración en castellano:
Véame con lástima a mí, hijo de usted, obediente, para poder tener su mandato, para recibir asiento bueno, que no haya enfermo, que no haya pérdida que no haya revolución, que no haya muerte, deme la inmortalidad princesa mía. Gracias.
Siempre que ores hazlo con mucha fe y confianza en tus Orishas, ellos escucharán tus plegarias porque conocen tus angustias y saben los que necesitas. Pide de corazón y te será entregado en forma de bendición.