Oración para sanar la Soberbia ¿Cómo librarnos de esa pesada carga?

La soberbia y la vanidad hacen que una persona se crea superior a otra y es una de las actitudes más reprochadas, pues el orgullo nos hace arrogantes frente a otros.

La superioridad y el orgullo son sentimientos negativos que cierran muchas puertas, impiden el surgimiento de relaciones gratificantes como la amistad o el amor, que siempre nacen en una situación de igualdad y humildad.

Solo evitaremos la soberbia entendiendo que, en la vida, debemos ser nosotros mismos y mostrarnos tal y como somos.

La soberbia causa dolor, sufrimiento y debilidad a todos aquellos que están alrededor.

Y es que una persona soberbia puede contaminar el ambiente emocional en la familia, en el trabajo y en cualquier otro ámbito social.

¿Cómo podemos superar y curar la soberbia?

Si padecemos de ese mal llamado soberbia, para curarnos debemos empezar por aceptar que algo no está bien con nuestra forma de actuar y debemos cambiarlo para lograr la felicidad, la paz y la aceptación de nuestro ser.

Las personas que padecen de soberbia pueden tener un ego muy grande, que tarde o temprano les caerá encima y les podría llegar a afectar emocionalmente, sobre todo porque personas así tienden a alejar a todos de su lado con sus actitudes.

Si conocemos a alguien así o llegamos a comprender que nosotros mismos podemos tener esa actitud, podemos orar y pedir a Dios para que interceda y nos libere de esa carga, para volver a transitar por el camino del bien.

Esta oración poderosa para quitar la soberbia puede ser utilizada también para ayudar a familiares, amigos o allegados, que sufren de este mal.

Oración poderosa contra el mal de la Soberbia

Señor, soy consciente de que la mayoría de los males de este mundo proceden de la soberbia, de pensar que los hombres estamos por encima de ti y de que ponemos todos nuestros criterios por encima de tu voluntad.
Ayúdame, Padre, y ayuda a tus hijos a ser humildes de corazón y a alejar la soberbia de nuestra vida y que no haya apariencias sino verdad.
Concédeme la gracia de aceptar siempre los desprecios, las humillaciones, las soledades y todo aquello que me hace más pequeño con alegría y no con resignación y dolor.
Recuérdame que tú estás más cerca de mí.
Señor, ayúdame por medio de tu Santo Espíritu a alejar la soberbia de mi corazón y de todos aquellos que me rodean, para poder disfrutar de la armonía de mi familia y de mi hogar.
Señor, ayúdame a no dejarme vencer por los halagos, los aplausos, las alabanzas…
Ayúdame a ser humilde de verdad y aceptar la corrección de los demás.
Señor, que sepa ver siempre en los desprecios ajenos el secreto oculto de la felicidad porque haciéndome consciente de mi fragilidad y de mi pequeñez puedo sentirme más cerca de ti.
Te doy gracias, Señor, porque acoges con tus manos la humildad del hombre, acoge te lo suplico mi pequeñez y mi miseria y haz de ella un don. Amén