Las oraciones al Justo Juez representan el más profundo caudal de fe de los devotos, pues la calificación como Justo Juez, hace referencia al momento bíblico en que Jesús fue presentado ante Poncio Pilatos y declaró que su Reino no es de este mundo.
También cuentan las escrituras que la esposa de Pilatos lo llamó y le dijo:
“No te metas con ese Justo, pues he sufrido en sueños anoche por Él”.
Así se venera esta advocación de Jesús como Justo Juez que numerosas Hermandades como San Juan Ostuncalco, Huehuetenango, Escuela de Cristo Antigua, Capuchinas en la Capital, San Cristóbal Totonicapán, entre otras, adoptaron como imagen principal para representar a Jesucristo.
Se dice que la imagen más famosa del Justo Juez fue esculpida por Juan de Aguirre, que luego de ese trabajo, entró a la orden Franciscana en Guatemala con carácter de Fraile lego.
Las crónicas indican que el escultor tuvo una visión divina y que fue guiado por los ángeles hasta la virgen Dolorosa de Obide que le puso las manos sobre la frente y lo bendijo y luego le mostró la imagen de Jesús de Nazareno.
Juan despertó luego en su taller, pero tenía grabada en la mente la imagen de Jesús, así que esculpió una obra que reflejaba la doliente y agobiada majestad del Nazareno que llegaba cansado al monte Calvario, y la nombró Justo Juez.
Rezarle al Justo Juez para obtener la bendición celestial
Rezarle al Justo Juez es una práctica muy espiritual y sumamente usual en la religión católica, pidiendo siempre la bendición de Dios con mucha fe y suma convicción en que nunca nos abandonará ni dejará de escucharnos.
Los devotos ven estas oraciones como una forma de elevar las alabanzas al cielo y tener la certeza de que serán siempre protegidos y que Dios velará por la integridad de sus seres queridos, a los que resguardará bajo su manto divino.
La oración al justo juez es aquella oración que se le ofrece a Jesucristo, en la advocación de Justo Juez. Este tipo de rezos se realiza con el corazón y con mucha fe en que seremos escuchados, para así obtener esperanza y consuelo.
Las oraciones al Justo Juez, pueden ser realizadas en cualquier momento del día, y también cuando nos vemos sumidos en la desesperanza y las dificultades, para que Él nos escuche y nos apoye.
Rezamos, sobre todo, por nuestra protección contra todo mal y la de los miembros de nuestra familia, así como otros seres queridos, pero también por amor, salud, trabajo y prosperidad entre muchos otros pedidos.
¿Cómo rezamos al Justo Juez?
La Oración al Justo Juez, dirigida al Padre Celestial, nos une espiritualmente a él y es un alivio y consuelo para los creyentes.
Se puede practicar, como explicábamos anteriormente, para distintas causas, pero siempre nos ayudará a encontrar nuestra paz interior.
Muchos devotos indican que para realizar las Oraciones al Justo Juez es recomendable crear un altar o encontrar al menos un sitio tranquilo que nos conecte espiritualmente a Él.
Podemos utilizar alguna imagen o estatua de Jesucristo, velas, preferiblemente de color blanco y una hoja blanca, en la cual podemos apuntar la circunstancia que nos preocupa y las tristezas que nos aflijen.
Luego, podemos recurrir a la oración histórica que ha sido pronunciada por siglos por los devotos cristianos para conectar espiritualmente con el Justo Juez.
La única y verdadera Oración al Justo Juez
Existen algunas copias y versiones de esta oración, esta es una copia exacta de la original que existe en el Convento de religiosos armenios de Santa María Egipciaca al pie del Monte Líbano, donde el rey Salomón tomó los cedros para dedicar a Dios el primer Templo en Jerusalén.
Este rezo es poderoso, se utiliza principalmente para:
- librarse de enemigos,
- ahuyentar las persecuciones de justicia,
- alejar las guerras, prisiones, enfermedades y todo tipo de mal
- desaparecer los peligros de mar y tierra, naufragios y asaltos.
Compartimos la auténtica y completa Oración al Justo Juez:
Divino y Justo Juez de vivos y muertos, eterno sol de justicia, encarnado en el casto vientre de la Virgen María por la salud del linaje humano.
Justo Juez, creador del cielo y de la tierra y muerto en la cruz por mi amor.
Tú, que fuiste envuelto en un sudario y puesto en un sepulcro del que al tercer día resucitaste vencedor de la muerte y del infierno.
Justo y Divino Juez, oye mis súplicas, atiende a mis ruegos, escucha mis peticiones y dales favorable despacho.
Tu voz imperiosa serenaba las tempestades, sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos como Lázaro y al hijo de la viuda de Naim.
El imperio de tu voz ponía en fuga a los demonios, haciéndoles salir de los cuerpos de los poseídos, y dio vista a los ciegos, habla a los mudos, oído a los sordos y perdón a los pecadores, como a la Magdalena y al paralítico de la piscina.
Tú te hiciste invisible a tus enemigos, a tu voz retrocedieron cayendo por tierra en el huerto los que fueron a aprisionarte y cuando expirabas en la Cruz, a tu poderoso acento se estremecieron los orbes.
Tú abriste las cárceles a Pedro y le sacaste de ellas sin ser visto por la guardia de Herodes.
Tú salvaste a Dimas y perdonaste a la adúltera. Suplícote, Justo Juez, me libres de todos mis enemigos, visibles e invisibles: la Sábana Santa en que fuiste envuelto me cubra, tu sagrada sombra me esconda, el velo que cubrió tus ojos ciegue a los que me persiguen y a los que me deseen mal, ojos tengan y no me alcancen, manos tengan y no me tienten, oídos tengan y no me oigan, lengua tengan y no me acusen y sus labios enmudezcan en los tribunales cuando intenten perjudicarme.
¡Oh, Jesucristo Justo y Divino Juez!, favoréceme en toda clase de angustias y aflicciones, lances y compromisos y haz que al invocarte y aclamar al imperio de tu poderosa y santa voz llamándote en mi auxilio, las prisiones se abran, las cadenas y los lazos se rompan, los grillos y las rejas se quiebren, los cuchillos se doblen y toda arma que sea en mi contra se embote e inutilice.
Ni los caballos me alcancen, ni los espías me miren, ni me encuentren. Tu sangre me bañe, tu manto me cubra, tu mano me bendiga, tu poder me oculte, tu cruz me defienda y sea mi escudo en la vida y a la hora de mi muerte.
¡Oh, Justo Juez, Hijo del Eterno Padre, que con Él y con el Espíritu Santo eres un solo Dios verdadero!
¡Oh Verbo Divino hecho hombre!
Yo te suplico me cubras con el manto de la Santísima Trinidad para que libre de todos los peligros y glorifiquen tu Santo Nombre.
Amén.
El Justo Juez siempre está para escucharnos, pero que el mejor momento para rezarle es empezando el día, pues así podemos agradecer sus bendiciones y pedirle que nos proteja en cada jornada, durante cada paso que demos en la vida.
También se recomienda rezar el Santo Rosario por lo menos una vez a la semana, para hacer la comunicación más cercana.
Pedimos protección a los ángeles que nos cuidan, salud y sanación en momentos de dificultad y rezamos también en momentos de paz interior para sentir su amor y cercanía.
Por supuesto, existen oraciones específicas para las diversas situaciones de la vida, mediante ellas pedimos la intervención celestial y sus bendiciones para sortear así los obstáculos.
Por ejemplo, la siguiente oración al Justo Juez nos ayudará ante persecuciones, enemigos, guerras, prisiones, asaltos, tragedias y de toda clase de peligros. Recomendamos realizarla siempre con mucha fe en que se alejen de nosotros las energías negativas.
Para protección frente a peligros y males es esta Oración al Justo Juez
- Oración al justo juez para la protección
¡Oh divino y Justo Juez que extiendes tu mano a pobres y ricos!,
Amante eterno del perdón y de la caridad,
Luz espiritual que alumbra los caminos más oscuros,
Palabra de vida y de amor profundo,
Enseñanza y testimonio que nos alimenta con la oración.
Tú que padeciste los maltratos y humillaciones más terribles,
Que siendo Santo y puro aceptaste con humildad los peores castigos,
Tú que siendo el rey de reyes, el que vive y reina sobre todo mal y toda la humanidad,
Acogiste sin murmurar ni reproche los más dolorosos golpes,
Y entregaste todo por nuestra salvación,
Llegue hasta ti nuestra oración y nuestra petición.
Demonios y poseídos de ti huían por el poder de tu oración,
Levantaste enfermos de sus lechos,
Curaste a los ciegos de su ceguera,
Devolviste la salud a los leprosos,
Diste vida y pan a los que te seguían.
Multiplicaste los peces y los panes para dárselo a la multitud,
Abriste las aguas y por ellas caminaste,
Diste el día y la noche,
La paz y la armonía,
Tú nuestro Juez Justo sin reparo acompañas a tu pueblo,
Sin limitaciones lo entregas todo,
Y cumples con tu promesa,
Cuando un devoto a ti acude,
No humillas ni traicionas,
No ofendes ni lastimas,
Tú nos enseñas por medio de parábolas,
Dejas en una herencia eterna en las Sagradas Escrituras,
Escuchas nuestra oración y acudes a nuestro favor.
Amén.
Al justo juez le rezan muchos de los que padecen las injusticias de este mundo, pidiéndole su apoyo y consuelo y con mucha fe, llamando a la justicia divina en su defensa.
Oración del Justo Juez para los enemigos y la justicia
Hijo de Santa María, defensor de la justicia. Santísimo Justo Juez,
te pido que a donde vaya tu protección esté conmigo.
Te pido que alejes al lobo que me acecha y al mal deseo que sobre mí vierten.
Te pido que alejes a mis detractores y le des justicia a mis enemigos.
Te pido que traigas la verdad de Dios al mundo y la materialices en mi vida.
Inclina la balanza de mi lado y trae el éxito a mi vida.
Despeja de injurias la mente de quien decide
y vierte sobre ellos tu voluntad llena de verdad.
Permite que mi alma permanezca libre en la justicia.
Amén
Oración al Justo y Divino Juez para combatir todo mal
¡Oh señor! Justo Juez, por favor extiende tu misericordia a los pobres y a los ricos.
Danos señor tu perdón y caridad a cada uno de nosotros. Llénanos de luz, para que con ella podamos alumbrar nuestros caminos más oscuros.
Tú señor que has padecido tantos maltratos y lamentos. Aquellos que con tanta humildad y amor aceptaste para salvarnos del mal. Extiendo a ti esta oración, demostrándote mi devoción por ti.
Te pido que nos ayudes. Tú que sin limitaciones nos entregas todo a manos llenas y cuando un devoto a ti acude, siempre cumples tu promesa.
A ti a quien las aguas abrieron su camino y por ellas transitaste. Señor, te pido hoy que nos des paz y armonía.
Por favor, Juez Justo acompaña a tu pueblo en las travesías que hoy en día transita. Cura nuestras enfermedades, males y cegueras.
Protégenos con tu sagrado manto ante aquellas circunstancias que se escapan de nuestras manos. Cuídanos señor día y noche. Aléjanos de los males que nos aquejan.
Señor, tú quien nos enseñas por medio de pasajes y palabras. Alivia nuestro dolor con tu luz misericordiosa.
A ti elevamos esta oración que con mucha fe te entregamos.
Justo Juez en ti confiamos.