La pintura de esta artista aborda, en cierto modo, el tema de la presencia africana en el Caribe, mientras refleja comportamientos del universo femenino a partir de un análisis de sí misma.
La artista visual Evelynn Álvarez explora las directrices de la pintura donde personajes de la cotidianidad apelan al costumbrismo, así como al uso de expresiones del folclor y los clichés, pero desafiando convenciones culturales.
En sus producciones pictóricas entreteje aspectos de su situación específica, pues es mujer y mestiza, y eso lo vuelca en los lienzos, aunque así mismo lo recoge en acciones, videos y performances.
Según la crítica, esta cienfueguera está centrada en la formación de las identidades culturales y de la personalidad como legado. En ese afán reconstruye las maneras del comportamiento del universo femenino a partir de un análisis de sí misma. Pero lo hace en un contexto de contemporaneidad.
Sobresale en su trayectoria la participación en la XIII Bienal de La Habana, en 2019, donde realizó la producción de Escenario Líquido, dentro del Proyecto Sociocultural Detrás del Muro, ubicado en el Malecón y sus zonas aledañas. Su colección Femme fatale en la que esboza “la mulata cubana – estereotipo de nuestra mezcla cultural, cautiva por el ropaje con ornamentos a lo Gustav Klimt, ese pintor vienés que se debatió entre la realidad y la ilusión de la Belle Epoque”, de acuerdo a la valoración de la curadora cubana Lázara Menéndez.
En esa colección utiliza la técnica mixta en telas de dimensiones variables. Sobre ellas retrata rostros de la Cuba de estos tiempos. Abunda en situaciones o comportamientos fundamentales que la cultura ha construido. Es como si conjugara entre el presente y pasado ancestral, con los mitos y la realidad en un mismo espacio y contexto.
“Oshún se les aparece, está en ellas la presencia de Yemayá. Resulta una transcripción directa a lo tradicional sirviendo a los Orishas, pero dejando al descubierto una porción de la vida de esas mujeres con matices de divinidades”.
Así lo expresa el periodista Orlando Hernández en el catálogo de la exposición colectiva El viento que no perturba las hojas del bosque no puede guiar la lluvia.
“No es secreto que nuestro cuerpo social tiene muchas llagas”, expresa la artista quien reconoce de alguna manera su abordaje del tema de la presencia africana en el Caribe.
“Está de manera palpable, profundamente sentida y tiene muchas caras. Tiene un vínculo con su historia como mestiza. Por eso ella muestra ciertos padecimientos y sugiere los posibles caminos a seguir”.
Así dijera Waldo Leyva en el catálogo de la exposición Entre el viajero y la luz.
A su vez, este crítico identifica la existencia del pulso de África en Femme Fatale porque elabora una mezcla de humanismo y negritud. A primera vista pareciera contener un propósito ornamental, pero la dimensión espiritual aparece cuando el ojo se detiene y analiza. Entonces salen a la luz pretensiones mucho más complejas, subrayando la validez universal y multicultural”.
El lenguaje en esas pinturas logra un corpus coherente y una comunicación mediante diferentes métodos de narración o presentación, pues combina asociaciones culturales, históricas y en parte autobiográficas. Allí es donde la autora y las protagonistas de los cuadros amplían su reinado.
“Sus imágenes remiten a las de las revistas de moda o a las tendencias estéticas de lugares donde se comercia el arte popular, pero ella confía en el color y sensibilidad visionaria, como mismo en el aire y el contenido de sus acciones y performances. Quizás por eso su obra despierta los sentidos y encamina al público hacia lecturas diferentes sin seguir una apariencia impuesta por el mercado”, refiere la socióloga Guillermina Ramos, en un análisis sobre la representación del mestizaje de la mujer en el arte [1].
En muestras colectivas Evelynn Álvarez cuenta con participaciones en la Bienal Internacional de Arte de Bolivia; en el VI Salón de Arte Cubano Contemporáneo, del Centro de Desarrollo de las Artes Visuales en La Habana, y en el Imago Mundi Collection, de la Fundación Luciano Benetton, de Treviso, Italia.
Ella aporta a la inmensamente productiva y fructífera producción visual de Cuba, más allá de los juicios de valor emitidos en diferentes momentos.
- [1] Ramos, Guillermina. El color blanco, azul, verde, y el color de mi piel, (abril 2008): 12-18.