Hace ya mucho tiempo Orunmila estaba perdido sin trabajo, ni hogar, ni nada con que mantenerse.
Llega a un pueblo y escucha muchas risas, se dirige al lugar y ve que un hombre al que todos le llamaban Biaguona, era quién con sus bromas hacía reír a carcajadas a todos los presentes y estos les daban dinero y comida como regalo por sus actuaciones.
Entonces Orunmila se propuso conocer a aquel hombre y lo consiguió, y así comenzó a contar a Biaguona todos sus problemas económicos.
Pataki donde Eleguá y Orula hacen un pacto para trabajar juntos
Biaguona enseguida se compadece de aquel hombre que acababa de conocer, pero no le revela su verdadera identidad, en realidad Biaguona era Elegguá.
También Elegguá comienza a contarle a Orunmila que su vida no estaba como él deseaba y le dice:
¿Por qué no vamos a ver a Olofin para que nos diga que hacer y resolver la situación de ambos?
Elegguá en realidad podía resolver aquella situación precaria de Orunmila, pero no quería hacer nada a espaldas de Olofin y tenía cierto recelo de que lo traicionaran.
Orunmila acepta ir adonde Olofin y al palacio de él se dirigen.
Ya frente a Olofin hacen un tratado de trabajar juntos, dicho contrato consistía en ayudarse mutuamente, nada de traiciones ni tampoco arrogancia.
Comienzan a trabajar juntos, Orunmila trabajaría consultando y Elegguá estaría en la esquina.
Orula no cumple con el tratado y deja de dar comida a Eleguá
Elegguá desde la esquina mandaba a todos los que pasaban a la consulta de Orunmila y les hablaba de lo bien que consultaba.
Así poco a poco creció la popularidad de Orunmila y también su economía.
De acuerdo a lo estipulado en el contrato Elegguá no podía irse de su sitio que era la esquina, pero Orunmila cada día debía de enviarle comida a este.
Las consultas de Orunmila estaban abarrotadas y se le estaba olvidando la comida a Elegguá.
Un día pasa por la esquina un hombre preguntando por donde ir para las consultas y Elegguá como tenía hambre le indica al hombre el lugar, pero le dice:
- Dile a Orunmila que me mande mi comida.
En cuanto el hombre llegó le dice a Orunmila y este le responde:
- ¡Ah! Verdad ese es mi criado
El hombre se consulta y le lleva la comida a Elegguá. Se queda aquel hombre conversando y Elegguá le comenta que él y Orunmila eran socios.
El hombre muy asombrado le dice que Orunmila le había dicho que él era su criado.
Elegguá al escuchar aquello se pone muy molesto y decide no enviarle más personas a consulta y cada vez que preguntaban, él indicaba otra dirección.
Al cabo de los días Orunmila extrañado porque no tenía a nadie va hasta la esquina y pregunta a Elegguá y este le dice:
Para vivir se debe comer y tú no estás cumpliendo tu trato. Volvamos donde Olofin y ya el dirá.
Eleguá se convierte en príncipe por mandato de Olofi
Elegguá le cuenta a Olofin todo lo que sucedía y entonces Olofin dicta:
Doy por terminado el tratado anterior. ¿Estás de acuerdo Elegguá?
Elegguá responde afirmativamente y Orunmila le dice a Olofin que tienen un nuevo trato, pero que debe dar su consentimiento y se lo cuenta.
Cuando termina de contárselo Olofin se dirige a Elegguá y le pregunta:
¿Estás de acuerdo con ese nuevo tratado?
Sí, estoy de acuerdo ‐ contesta Elegguá‐ pero solo lo aceptaré si Orunmila a partir de ahora dice a todos que yo soy príncipe, no su criado.
Olofin miró a Orunmila y dicta:
A partir de hoy Eleguá es un príncipe y para que a nadie se le olvide llevará en su lerí (cabeza) una pluma de loro para que sea distinguido.