San Lázaro es el Santo sanador de los enfermos, milagroso protector de todos sus devotos.
Y aunque muchas son las peticiones que se le realizan para evitar enfermedades, pedir curaciones y cuidar la salud, no solo en este tipo de situaciones nos puede ayudar el viejito Lázaro.
En sincretismo con el Orisha Babalú Ayé, la figura de este santo es sumamente venerada debido a los milagros relacionados también con la protección de los fieles, con la prosperidad económica y la buena fortuna.
En Cuba, el culto a ambas deidades ha existido por siglos y los devotos le piden al santo apoyo en disímiles situaciones.
Uno de los más habituales ruegos consiste en pedirle al santo que aleje a los enemigos y evite que caigan sobre los devotos sus malos deseos e intenciones.
¿Cómo pedirle protección a San Lázaro?
Cuando solicitan a San Lázaro su protección, los devotos ofrecen al santo grandes ofrendas y sacrificios, fundamentalmente para aquellas peticiones urgentes y desesperadas.
Muchas personas deciden hacer este tipo de pedidos en su templo, por lo que, en la Isla, la peregrinación al Santuario de San Lázaro, no solo se limita al mes de Diciembre.
El pequeño templo usualmente acoge a muchos devotos que llegan cualquier día del año a pedir a San Lázaro sus bendiciones.
Los devotos y fieles llegan cargados de velas, flores y ofrendas variadas.
En nuestro hogar, en un espacio tranquilo y lleno de paz también podemos dedicar nuestros ruegos al viejito.
- Cuando rezamos a San Lázaro, debemos hablarle con fe y humildad y contarle lo que nos aqueja como a un padre, con confianza en que siempre acudirá en nuestro auxilio.
Oración a San Lázaro para alejar la mala suerte, ruinas, males y enemigos de nuestra vida
Con esta oración poderosa, le pedimos a San Lázaro que nos libre de todo mal.
Con amor y fe le rogamos con esta plegaria a San Lázaro que aleje a nuestros enemigos, prende antes una velita blanca o morada que es su color, y frente a una imagen o representación del santo ruégale ayuda.
San lázaro bendito, hoy vengo a pedirte que no te apartes de mí
Mi santo, te pido que me sigas ayudando y protegiendo como hasta ahora,
dame tu bendición, viejito bondadoso, y alivia mis penas.
Te pido, tú que impartes justicia, que quites todo mal de mi vida y que alejes a mis enemigos.
Que ningún daño ni peligros nos aceche a mí o a los míos.
Hoy me encomiendo a ti, oh, Gran San Lázaro.
Para que protejas mi camino y alejes las malas miradas.
Pido que alejes las malas intenciones y no permitas que mis enemigos me venzan.
Ayúdanos e intercede para alejar la mala suerte, las ruinas, males y enemigos que acechan.
Con tu ayuda, sé que estaré seguro.
Hoy más que nunca, tómame de la mano e ilumina mi camino.
Amén