Aja era una poderosa hechicera que vivía en el cuerpo de una serpiente.
Esta poseía los dones de a través de su vientre conseguir lo que quisiera, en cierta ocasión se le antojó casarse y se convirtió en una bella mujer para lograrlo.
Pataki de Ogbe Ogunda donde Aja cambia su mala conducta
Al tiempo conoció a un joven y contrajo nupcias con él, pero cada vez que este salía a trabajar Aja le hacía maldades, incumplía con sus obligaciones de esposa y le quemaba la ropa.
Un día su esposo no pudo más con su comportamiento y decidió separarse de ella.
Aja regresó a su casa, más no se sentía triste y como quería de todos modos volver a casarse sedujo a otro hombre y volvió a cumplir su objetivo.
Una vez que fue desposada empezó a modificar su conducta volviendo a realizar malas acciones.
Esta se escapaba de la casa, despilfarraba el dinero y le ocultaba las cosas a su marido para que no pudiera quedar bien parado en sus compromisos.
Este al darse cuenta del comportamiento de su esposa decidió abandonarla pues su maldad y actos impulsivos no tenían fin.
Aja decepcionada de que nadie la aceptara tal y como era siguió buscando otra nueva víctima, hasta que encontró a un joven sacerdote de Ifá quien había sido iniciado en la regla hacía muy poco tiempo.
Esta lo sedujo con sus encantos hasta que consiguió que el joven le pidiera matrimonio, una vez casados Aja comenzó a hacer maldades.
El sacerdote de Ifá perdona las faltas de Aja
En cierta ocasión dejó caer una vela sobre el tablero de Ifá de su marido, este que con paciencia le había aguantado todas sus malas acciones decidió perdonarle este acto.
Esta, sorprendida de que su esposo no quisiera abandonarla modificó su conducta y comenzó a realizar buenas acciones.
Con sus virtudes empezó a regalarle oro y piedras preciosas en pago a toda su tolerancia.
Por último, quiso añadir un regalo que les cambiaría la vida y de la unión de ambos nacieron muchos descendientes.
Enseñanzas de este pataki ¡Aprendamos a valorar a las personas!
Este pataki nacido en el odun Ogbe Ogunda alerta al religioso que debe tener un cambio de conducta, pues sus propias acciones le traen desgracias a él y a su familia.
A través de este Ifá el individuo debe aprender a valorar a las personas que lo rodean, quienes a pesar de las malas acciones pasadas siempre terminarán tolerándolo y brindándole su apoyo incondicionalmente.