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Cafetal Angerona, voces silenciadas, ancestros y leyendas de amor

Cafetal angerona

El Cafetal Angerona, ubicado en el occidente cubano, es hoy una de las mayores leyendas del país. Su historia que data de tiempos coloniales, está inmersa en la incertidumbre y las voces silenciadas de la esclavitud, los amores prohibidos, las maldiciones celestiales y los embrujos africanos.

Así es la historia de uno de los cafetales más espléndidos del occidente de Cuba en la época colonial y uno de los más poderosos en la región caribeña, cuyas ruinas se encuentran situadas entre el municipio de Artemisa y Cayajabos.

Voces silenciadas y esclavitud en el cafetal Angerona

Fue la primera plantación cafetalera más importante del occidente en el siglo 19, en pleno esplendor llegó a tener 428 esclavos entre 1813 y 1837, y tras convertirse en ingenio azucarero hubo hasta 450 esclavos, una cifra bastante alta para una sola plantación. Esclavos que nos legaron cultura, tradición y religión hasta el día de hoy.

Sus ruinas son testigo de donde vivieron muchos esclavos en sus barracones, por ello también es motivo de muchísimas investigaciones, intentando descifrar los secretos que esconde este histórico lugar.

El poblado de los esclavos tenía una plaza central y alrededor 27 chozas. Muros de piedra rodeaban el cafetal para evitar la huida y una puerta de hierro era el único acceso. Una torre de vigilancia, que se mantiene en pie hasta el día de hoy, controlaba a todos los esclavos, y una campana anunciaba que había llegado la sacrificada hora de trabajo.

Como en todas las zonas de explotación de la época la violencia, crueldad y deshumanización contra los esclavos se hacía presente, testigos fueron los cepos, las torturas y los cierres con candado detrás de los muros de aquel cafetal.

Historias quedan sobre los africanos Bako, Bartolo, James y Zacarías, llamados y calificados como cimarrones, que cruzaron aquellas murallas de piedra para perderse en los montes cubanos en busca de un cielo y una tierra más justa.

Luego de escuchar historias como estas recordamos a nuestros ancestros, sus miedos, sus lágrimas, tantos sacrificios para jamás olvidar que a ellos nos debemos y que somos árbol de sus raíces.

La historia de amor de Angerona

El dueño del Cafetal Angerona fue un emigrante alemán, Cornelio Souchay, quien adquirió las primeras tierras en el año 1813.

Cornelio conoció en La Habana a Úrsula Lambert, una morena haitiana nacida libre que había llegado a la Isla huyendo de la guerra en Haití.

En 1822 ambos se deciden a vivir en Angerona, donde según las leyendas populares, vivieron un amor intenso rodeado de misterios y misticismo, a pesar de los prejuicios sociales y raciales de la época.

Por ello, es normal que se hable de encantamientos de amor, de vudú, de amarres y todo tipo de hechizos a la hora de contar la historia.

Pero hoy en día, muchos escritores refutan que el romántico y mítico relato es solo eso, un mito popular que ha pasado de generación en generación.

No obstante, muchos secretos aún rodean la historia del Cafetal Angerona y la relación entre el alemán y la haitiana.

¿Quién es Angerona?

El nombre del Cafetal viene dado por la presencia allí, de una estatua en honor a la deidad etrusca Angerona, una diosa diez siglos más antigua que la fundación de Roma.

No obstante, los expertos indican que el panteón etrusco está compuesto por doce divinidades, entre las cuales no se encuentra Angerona, lo que indica que es incluso una diosa más primitiva.

Ello lleva a preguntarse por qué decidieron Cornelius y Úrsula a colocar la imagen de una diosa tan antigua en la entrada de un cafetal cubano, pues, además, Angerona es la diosa del miedo y la angustia.

La respuesta estaría, según investigadores del tema, en Úrsula, quien había huido de la Revolución de Haití, uno de los hechos más sangrientos de la historia.

Se dice que quizás ella decidió invocar a Angerona para conjurar sus espantos del pasado y para prevenir miedos futuros como otra posible sublevación de esclavos.

Aunque también era Angerona una divinidad de las mieses, por lo que elegirla como deidad del lugar pudo también llevar la intención de promover la fertilidad en el cafetal.

Lo cierto es que los mitos alrededor de Cornelius y Úrsula y la deidad Angerona, seguirán estando siempre presentes en la historia cubana, representados en numerosas obras de la literatura y el cine y rodeados de miles de secretos que aún debemos descubrir.

El monumento nacional cubano, es base de muchos misterios que hasta el día de hoy no han sido descifrados, aunque allí se realizan estudios hasta la actualidad.

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