Todas las personas poseen comportamientos diferentes, y algunos de ellos pueden ser actitudes verdaderamente tóxicas que no hacen más que distanciarlos de sus seres queridos y de la sociedad en general.
Pero…
¿Qué tan poderosas y perjudiciales son las actitudes tóxicas?
Este tipo de comportamientos no nos ayudarán para nada en el camino de la vida, ni a superar los obstáculos que esta nos depara. Al contrario, las actitudes tóxicas pueden provocar una gran devastación a las relaciones, al desarrollo personal y profesional y a las mismas emociones de la persona y los que le rodean.
Aunque es justo decir que la mayoría de personas en algún momento de su vida han exhibido este tipo de comportamiento tóxico, pero la victoria está en saber alejarlos de nosotros para no caer constantemente en la pérdida de la felicidad y el éxito personal.
Debemos ser capaces de reconocer cuándo actuamos negativamente hacia los demás para poder parar y volver al buen camino, conservando lo mejor de nosotros mismos y transmitiéndolo a aquellos que nos rodean.
Alejando lo que nos aparta de nuestro destino…
Por ello, cuando sientas malas energías, que las cosas no van bien, reflexiona y recuerda estos 5 comportamientos tóxicos que sobre todas las cosas debemos evitar:
1. La Envidia, la enemiga del amor
No envidies los logros ajenos, regocíjate con ellos y tenlos como ejemplo de lo que quieres llegar a hacer en tu vida.
No dejes que la envidia, o los celos, te roben lo mejor de ti. La envidia es un comportamiento negativo, que solo busca la aprobación de los demás y no la de uno en sí.
Hagamos solo aquello que decidamos que es bueno para nosotros, pues la vida no es una competencia para ver quién puede hacerlo mejor.
2. No te aferres al dolor y encuentra la fe
Sabemos que dejar ir a una persona muy querida es sumamente difícil y esa es una de las lecciones más difíciles en la vida. Pero no debemos aferrarnos a la pérdida y permanecer en el sufrimiento y el dolor, alejando a todos de nosotros.
Lo mejor es dejar ir y seguir adelante, dándole paso a las pequeñas cosas de la vida.
Cuando el dolor y la tristeza sea demasiado grande, busca la fe y regocíjate en ella, entonces te darás cuenta que la vida, aunque no siempre es hermosa, vale realmente la pena.
3. Pensamientos negativos que obstaculizan el camino
Debemos ser siempre positivos y desprendernos de esa negatividad que puede asfixiarnos y atemorizarnos, impidiéndonos ver las cosas buenas y alcanzar metas futuras.
Y aunque lleguen pensamientos malos y energías no deseadas a nuestro ser, aprendamos de ellas, entendamos cual es el mensaje y sigamos adelante.
Hablar siempre sobre cosas malas que podrían pasar y las que han sucedido, los malos ratos que pasamos y la injusticia de la vida, solo nos hará rechazar lo positivo y nos cegará ante los regalos propios de la existencia.
Recuerda sobre todas las cosas que somos únicos, especiales y poseemos dones que nadie más tiene, a veces no hay peor enemigo que nuestros propios pensamientos.
4. Lo esencial es invisible a los ojos, abre el corazón y observa
No juzgues a las personas por su exterior, conócelas y dales la oportunidad de formar parte de tu vida.
Las personas que muestran sufrimiento no necesitan lástima, necesitan ayuda y no debemos despreciarlas, pues no sabemos sus circunstancias reales.
A veces las bendiciones llegan disfrazadas de aquello que te aterra, que desprecias y reniegas, abre tu corazón y mira a través de él, no te dejes engañar.
5. Ser cruel y engañoso con el otro, es serlo con uno mismo
Uno de los comportamientos más tóxicos es la crueldad hacia los demás, algo que alejará a toda persona de nosotros y nos dejará completamente solos en el camino de la vida.
También engañar a los que confían en nosotros es algo en extremo bajo, que solo nos traerá dolor y autocompasión. Actuemos hacia las personas como nos gustaría que actuaran hacia nosotros.
La vida es como un espejo, en él siempre se refleja lo que posees dentro de ti. Si eres capaz de ver amor, compasión y humildad vas por buen camino, porque cada quien ofrece y entrega aquello de lo que es dueño.
Pero sobre todas las cosas, jamás pierdas la fe. No importa en qué parte del camino te encuentres, ni cuantos desafíos estés enfrentando, lo importante es que reconozcas tus fallos, aprendas de ellos y decidas tener esperanza en el bien, en el amor y la humildad.
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