4 Consejos de Oshún que nos regala la diosa para ser más sabios

1. ¡Todo lo que brilla NO es oro!

Dice Oshún que todo lo que brilla no es oro, ni siquiera la más hermosa de las piedras preciosas brilla sin antes ser pulida.

En la vida el religioso no puede pensar que será grande sin ofrecer sacrificios, sin emplear su vida en alguna utilidad, sin demostrar un esfuerzo que justifique sus propósitos.

En la humildad está la grandeza y la inteligencia, pues tendrá siempre más valor un corazón puro que uno manchado por la vanidad y la soberbia.

Oshún es una santa paciente, es capaz de esperar su momento en silencio y luego demostrar cuánta razón tenía en sus palabras, pues esta santa riendo, te felicita o te condena.

2. La soberbia NO es grandeza, sino perdición

La soberbia, siendo el primer y mayor pecado capital, representa la perdición de los hijos de Oshún, haciéndolos tan bellos como el pavo real, pero sin ninguna gracia al abrir la boca.

Oshún detesta la autosuficiencia y es precisamente la abolición de este defecto lo que busca en sus hijos, no desea que estos dejen de ser coquetos ni presumidos, pero no quiere verlos perdidos en la altanería.

Es Oshún una santa sabia, digna de la confianza de Olodumare y Orumila, que busca transmitir al mundo sus enseñanzas.

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3. NO necesitas ser el mejor, sé imprescindible

Dice la Orisha más bella del Panteón Yoruba que:

El tiempo fluye, no se detiene y que en ocasiones se agota como los ríos, que no es importante ser el mejor, pero sí es vital volverse imprescindible en el entorno en el que uno se desarrolla.

Si el religioso quiere ser reconocido:

Debe encontrar primero cuál es su talento, explotarlo y luego dejar que la multitud comente, pues mediante los comentarios buenos y malos el ser humano obtendrá fama.

4. Que las adversidades NO te derroten nunca

Oshún advierte que sus hijos no conocen la derrota porque en la caída de los ríos es donde la corriente gana más fuerza y se termina transformando a golpe de adversidades o infortunios en obras colosalmente bellas cómo las cascadas.

El agua de río lleva en sí el misterio de la vida, calma la sed, permite su uso en diversas labores y brinda alimentos a los seres vivos, tan versátiles como este fluido son los hijos de Oshún, pues a pesar de las dificultades buscan la forma de ser útiles y de salir adelante.

Existe mucha videncia en la palabra de los hijos de Oshún, pues la Orisha puso en ellos la capacidad de predecir el futuro.