1. Aprende de los errores y no te encariñes con la piedra.
Todos pasamos la vida experimentando desafíos, victorias y pérdidas y con cada experiencia se adquiere sabiduría.
Muchos vuelven a cometer los mismos errores, pero esperan resultados diferentes y culpan a sus Orishas de sus desgracias.
El santo te da consejos y te advierte, de nosotros depende tomar responsabilidad, no caer en las mismas faltas y sobre todo no culparlos a ellos de la desgracia.
Sin darnos cuenta nos convertimos en víctimas de los errores y lo seguiremos siendo si continuamos ese camino.
2. Que nada ni nadie detenga tus sueños.
Te diré hoy algo que me tomó mucho tiempo entender y aprender y es que muchos no piensan en ti.
Cuando lo comprendí mi vida cambió por completo y es que muchas veces no hacemos cosas por temor al típico «me van a criticar», pero si los demás no pagan tus cuentas no debe importarte el «qué dirán».
Aplasta esas críticas como si fueran mosquitos, haz tus sueños realidad, no importa si son pequeños, alcánzalos.
Como me dice Yemayá: ¡deja que todo fluya como el agua!
3. Aprende a cerrar ciclos y enterrar el pasado.
Es importante que no dejemos cosas sin concluir porque esto nos provoca angustia y cargas negativas.
Si el ciclo queda abierto tal como una herida que no cicatriza, entonces suelta todo lo que te enoja, preocupa, los rencores y envidias.
A veces influyen cosas externas, pero casi siempre somos nosotros mismos los que eludimos y no reconocemos el error.
Permitamos que la prosperidad fluya, terminando con todo lo que nos duela y afecte.
Encienda incienso y vaya pasándolo por toda su casa pidiendo salud y abundancia espiritual.
Recuerde: a veces culpamos a situaciones externas de nuestra prosperidad y progreso, pero el éxito está en nuestro interior, estos consejos te ayudarán a conseguirlo.
