A lo largo de los tiempos los espíritus se han manifestado estableciendo comunicaciones con los seres humanos con el fin de instruirlos, prevenirlos y brindarles protección sobre los males que los asechan a diario.
El paso de los espíritus sobre la materia carnal:
Los médiums son aquellas personas que poseen la virtud de interactuar con el mundo espiritual de diversas formas.
Algunos religiosos relatan poder escuchar a los fallecidos, otros afirman observarlos deambular, mientras los restantes son capaces de establecer comunicación con estos mediante el sueño.
Otra forma de comunicación de las almas con el hombre tiene lugar mediante un fenómeno llamado popularmente “pasar el muerto”, siendo este el momento propicio para que el espíritu se posesione sobre la materia carnal.
Este lapso de tiempo despierta sobre los religioso y demás personas gran curiosidad por ser un fenómeno que posee determinadas particularidades.
Algunas veces suele verse manchado por la falta de pudor de algunos impostores quienes emplean la religión como medio para llamar la atención de un determinado círculo social o lucrar mediante esta acción.
¿Qué sienten los médiums cuando son poseídos por los espíritus?
Las sesiones espirituales y los bembés o cajones al muerto son los escenarios donde se puede apreciar con mayor frecuencia estas manifestaciones.
Los involucrados describen determinadas situaciones que vivencian hasta completar el trance de forma permanente, siendo entonces que el espíritu toma el control del cuerpo de forma momentánea.
Algunos espiritistas describen el comienzo del suceso como un ligero dolor de cabeza, el que se va haciendo intenso hasta que mejora repentinamente.
Otros citan comenzar a observar todo a su alrededor con un poco de aumento, mientras que los más avezados refieren transitar por una sensación de bienestar que es acompañada de susurros, estas palabras son las encargadas de guiar el intercambio espiritual.
La manifestación del espíritu…
Este proceso, aunque descrito con palabras se muestra largo, realmente tiene lugar en un lapso muy corto de tiempo, prácticamente imperceptible.
Durante el transcurso de este período el espíritu suele manifestarse mediante movimientos y conversaciones, las que cumplen la función de alertar a los involucrados con el fin de brindarles protección.
El proceso de recuperación luego del trance es quizás uno de los momentos más polémicos para quien lo sufre pues se suele quejar de mareo, ligera falta de aire y fatiga.
Aunque cabe destacar que este malestar cursa en pocos minutos aliviándose rápidamente sin necesidad de asistencia médica ni fármacos.
Existen determinados elementos que desencadenan la posición espiritual sobre el cuerpo humano entre estos podemos citar el aroma de la albahaca y el humo de tabaco.
A este fenómeno se asocian determinados rezos y cánticos los que suelen ir acompañados de repique de tambores, cencerros o cajones.
