
Santa Bárbara es una santa de gran devoción en Cuba, el pueblo adora su imagen porque ven en ella el valor inquebrantable que no la llevó a rendirse ni siquiera durante su martirio.
Esta deidad católica ha sido representada mediante numerosos elementos, pero el más destacado es la espada que porta empuñándola, símbolo asociado a las guerras que ha ayudado al pueblo religioso a librar.
La espada inmortaliza la iconografía de su sufrimiento y también la fe indestructible que la condujo a la inmortalidad a través del amor al creador.
Al finalizar el novenario en su nombre el religioso termina más fortalecido en su convicción y en las prácticas de amor al prójimo.
Sirva esta novena para:
- Ver cumplidos los sueños que hasta el momento parecen inalcanzables y,
- que una vez que sea pronunciada su última línea el espíritu del que la lee haya quedado regocijado en la fe y en la seguridad que nunca más estará solo porque Santa Bárbara irá en su auxilio cuantas veces sea necesario.
Importante: Para comenzar la Novena desde la Oración del Primer día (hacer clic aquí)
Séptimo día para orar en nombre de la fe a Santa Bárbara
Jesús mío dulcísimo.
Esposo divino de la esclarecida virgen y mártir Santa Bárbara, a quien enseñaste, como celestial maestro, la ciencia de la oración en la clausura de la torre en que la puso su padre, y en esta soledad la comunicaste el don altísimo de la contemplación de la beatísima Trinidad y de la Encarnación sagrada:
Suplicó os, Jesús mío, por la oración regaladísima de vuestra amada Esposa, que concedáis el grado de oración que conviene para conoceros, amaros y serviros según las obligaciones de mi estado, y la gracia que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, honor vuestro y provecho de mi alma. Amén.
Octavo día de la novena, momento para abrirle el corazón a Santa Bárbara
Jesús mío dulcísimo, Esposo divino de la esclarecida virgen y mártir Santa Bárbara, a quien favorecisteis con el singularísimo don de una virginal pureza, y despreciando todo cuanto el mundo busca en nobleza, riquezas y gustos, escogiese a vuestra Majestad por su sacratísimo Esposo, padeciendo por esta purísima elección el prolijo y horroroso martirio:
Suplico os, Jesús mío, por la castidad angélica de vuestra amada Esposa, que me concedáis esta celestial virtud que hace ángeles a los hombres y la gracia que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, honor vuestro y bien de mi alma. Amén.
Noveno día, fin de las oraciones, pero no de la fe
Jesús mío dulcísimo, Esposo divino de la esclarecida virgen y mártir Santa Bárbara, a quien disteis un corazón piadoso, que estando ya de rodillas para que su bárbaro padre le cortase su sagrada cabeza, os pidió por todos cuantos la invocasen; y desde el cielo es piadosa abogada para que sus devotos no mueran sin recibir con devoción todos los sacramentos, y que no sean heridos de centellas o rayos con que castigáis al mundo:
Suplico os, Jesús mío, por la insigne piedad de vuestra amada Esposa, que me concedáis un corazón piadoso, y tan devoto de Santa Bárbara, que merezca sus favores y poderosa protección, y la gracia que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, honor vuestro y bien de mi alma. Amén.
Para ver la novena completa le dejamos la guía de los rezos (hacer clic sobre el link azul):
Puedes complementar la novena con un ritual:

Ritual de Santa Bárbara con la protección de los 14 Santos Auxiliares
