San Deshacedor es un santo que, aunque no está reconocido por la iglesia católica es venerado por revertir y deshacer males del cuerpo y la mente.
Ya sean hechizos, brujerías o males de ojos, es capaz combatir el mal y revertirlo en contra de los enemigos y aquellas personas que nos quieren mal.
Los espíritus malignos y oscuros, las energías negativas y las influencias del mal desparecen ante la presencia de sus rezos.
¿Cómo le pedimos a San Deshacedor?
A San Deshacedor le pedimos:
- Justicia contra las maldiciones de los enemigos,
- por el amor y la unión de parejas,
- para atraer la felicidad y lo bueno,
- y sobre todo para purificar y limpiar nuestro entorno de peligros y angustias.
Antes de invocar al santo con su oración para que deshaga todo tipo de maldad que se acerque a nosotros, activa tu espiritualidad y confianza.
Cuando vayas a hacer este rezo elige un momento en que estés en soledad, con tranquilidad y sin que nadie te interrumpa para que todo salga sin tropiezos.
Si hay algún tipo de maldición o mal contra tu mente, cuerpo o espíritu esta efectiva oración te va a limpiar de las malas influencias.
Para este rezo puedes usar una vela o velón, puede ser de color blanco, y cuando vaya por la mitad la viras.
Oración para dominar el mal y a los enemigos que nos quieren mal:
¡Oh! ¡Poderoso “¡San Deshacedor”, Justiciero de la maldad y la codicia!
Hoy vengo humillado a tus pies para pedirte permiso.
Ofreciéndote los humos y las cenizas de este tabaco al revés, para que, así como se deshacen los humos de este tabaco, así se deshaga a mis enemigos y mis contrarios, hombre o mujer, todo lo malo que estén haciendo contra mi cuerpo, alma y espíritu.
¡San Deshacedor! Glorioso héroe del mal y la injusticia, quiero que como he venido yo humillado ante ti.
Así quiero a todos, mis enemigos y contrarios, en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, con estas tres palabras benditas llame a mis enemigos para que vengan humillados a mis pies como vino Satanás a los pies de San Miguel.
Ojos tengan y no me vean,
corazón tengan y sean prisioneros,
sentidos y no me sientan,
oídos y no me oigan,
manos tengan y no me cojan,
pies tengan y no me alcancen,
cuchillos tengan y no corten,
carabina y se les llene de agua la boca y no me hablen.
San Deshacedor, deshace de mí, todo cuanto mal me hayan hecho, este haciendo o quieran hacer. Que todo el que pretenda disponer de algo en contra de mi persona, se le deshaga esa idea y quede arrepentida.
San Deshacedor, santo de gran poderío, deshace esa idea a quien quiera mi enemigo ser. Amén.
Se reza tres Credos, 2 Padres Nuestros y 1 Ave María.