Shangó es un Orisha guerrero, hombre rojo de lucha y batalla, el rey de la religión yoruba y uno de los Orishas más populares en el culto de la Regla de Osha (santería).
Deidad de la justicia, la danza, la fuerza viril, los truenos, los rayos y el fuego. Dueño de los toques mágicos de los tambores Batá, de la música de los Wemileres, de los Bembés, danza como si luchara, con su espada poderosa apartando maldiciones.
Como su color representativo, el rojo, Shangó es la intensidad de la vida, la belleza masculina, la pasión y la inteligencia.
Pero debemos recordar que Shangó también representa a la justicia en todos los sentidos. La leyenda yoruba cuenta que él bajó a la Tierra cuando las personas habían olvidado las enseñanzas de Dios y fue enviado para limpiar la sociedad y que el pueblo siguiera nuevamente las enseñanzas del Dios único.
La leyenda, Oggún el guerrero y Shangó el justiciero
Cuenta el pataki (leyenda) que Shangó derrotó a Oggún, el Dios del hierro y el monte, también guerrero y luchador, y volvió a su vida despreocupada de mujeres y fiestas, mientras que Oggún regresó de nuevo a su fragua y a su trabajo.
Ambos se evitaban y no hablaban el uno con el otro. Si los Dioses llegaban a verse, se escuchaban truenos y se veían relámpagos surcar toda la amplitud del cielo, las energías naturales del orisha se volvían majestuosas e impetuosas.
Queriendo descubrir las razones detrás de la pelea de Shangó y Oggún, Obatalá, el padre de todos, hombre de paz e inmensa pureza decidió convocar al Dios de los Truenos a su palacio y escuchar sus explicaciones.
Le dijo a Shangó que estaba sumamente triste por su pelea con Oggún y afirmó que la culpa era de su temperamento impulsivo y su carácter fuerte.
A lo que Shangó contestó:
“Es su culpa Babá, él ha ofendido a mi madre, y luego fue detrás de Oyá e intentó interponerse entre Oshún y yo”.
Obbatalá estuvo de acuerdo en que Oggún no debió ofender a la madre de Shangó, sin embargo, precisó que este no era completamente inocente, pues Oyá era la esposa de Oggún y Oshún le había tentado y por ello se le condenó a Oggún a realizar un trabajo forzado durante toda su vida.
“Tú tomaste a su esposa y a su amante y le robaste su espada y su color”, insistió Obbatalá en defensa de Oggún.
Con lo que Shangó se silenció por un tiempo, pero luego rápidamente dijo que Oggún había matado a su perro, para lograr ser él, el dueño de los perros.
Shangó recibe justicia, paz y la sabiduría de su padre Obatalá
Babá calculó la ira de Shangó y dijo:
“Entiendo tu resentimiento, pero necesitas comprender que la energía incontrolada puede ser muy destructiva”.
Así, le dijo el secreto de cómo controlar la energía y el impulso guerrero y le ofreció un regalo.
Obbatalá sacó el collar de cuentas blancas que siempre usaba y quitó una de las cuentas para obsequiarla a Shangó.
Luego le dijo:
“Usa esta cuenta blanca, como un símbolo de la paz y la sabiduría, con las cuentas rojas de tu collar”.
Obbatalá le dijo a Shangó que, desde ese momento, su virtud sería la justicia y no la venganza y desde entonces el Orisha ha usado un collar de cuentas rojas y blancas y ha sido justo, como su padre le encomendó.
Para rezar para que se haga justicia, buscamos a Shangó, el Orisha que representa la justicia de Olodumare. A él también pedimos que nuestra vida sea justa, que se alejen personas que nos deseen hacer daño, que nos brinde prosperidad y salud.
Oración al orisha Changó para pedir justicia:
La siguiente oración, aunque es muy corta, nos puede ayudar a pedir justicia al Rey Shangó, prenda en su nombre una vela roja o blanca, y siéntese a conversar de corazón con él, pídale que interceda en su ayuda y ruéguele su petición con fe y sobre todo con mucho amor.
Oh, amado Shangó padre mío, escucha mi súplica y regálame protección.
Te imploro Shangó, me des esa protección y resguardo que mi hogar y familia necesita. Te estaremos agradecidos.
¡Padre mío! Regálame la protección que mi vida necesita.
Amado Shangó, espero que este día me protejas allá donde vaya.