El Ori, la cabeza de una persona en su modo más espiritual, enlaza la suerte con la conducta. Ori siempre va en la cabeza.
Ori también está considerada como la deidad universal de la casa. Es aquella deidad que gestiona la buena suerte o mala fortuna, y la relaciona directamente con la conducta y características de la persona en cuestión.
Existen dos aspectos importantes de Ori:
- la creencia de un alma guardiana o
- la de un doble espiritual.
Es considerada también el alma guardiana ancestral, aquella que va a la cabeza espiritual del individuo.
Pataki: La cabeza y las extremidades
Cuentan que Orí, la cabeza, tenía un negocio de vender obí (coco) en la plaza, pero como estaba sola, sin extremidades, no se podía valer bien.
Un día pasó Shangó por allí a comprar unos cocos y Orí le contó sus problemas para poder valerse por sí misma y le pidió al Dios del Trueno que la ayudara, pero Shangó se fue sin hacer nada por ella.
Días después, pasó Orula por allí y Orí le pidió ayuda, contándole su situación. El adivino sintió lástima y sí se quedó a ayudarla.
Orula consulta y ayuda a Ori, la cabeza
Luego de consultar, Orula le dijo que tenía que hacer una ceremonia de rogación con dieciséis viandas, dieciséis cocos y dieciséis pesos durante dieciséis días.
Así lo hizo Orí y mientras pasaban los dieciséis días se le iba agrandando el tronco y las extremidades. Al transcurrir el plazo señalado por Orula, ya el cuerpo estaba completo con tronco, los Apa o los brazos y las Elese melli o las piernas.
Desde entonces, cabeza, tronco y extremidades, andan juntas, gracias a que la cabeza supo qué hacer e hizo caso a los consejos de Orunmila.