El amor verdadero es uno de los sentimientos más fuertes que existen sobre la faz de la tierra, se dice de este históricamente que jamás ha sido vencido, pues ni la mismísima muerte ha sido capaz de anularlo.
Febrero, el mes donde precisamente reina este sentimiento, es la ocasión perfecta para pedirle a Dios por su fortaleza a través de la oración de los enamorados, plegaria destinada para hacer crecer de forma espiritual a los que se aman sinceramente, la cual cobra mayor fortaleza durante este mes.
La Oración de los enamorados puede ser invocada tanto por hombres como por mujeres, sin importar la hora del día, tampoco requiere de recursos materiales solo de fe y amor para tornarse efectiva.
¿Qué pedimos mediante este Rezo de Amor?
Mediante sus palabras se solicita fortaleza y protección para ese ser amado que tanto se aprecia.
Del mismo modo que se ruega por la unión y la formación de la futura familia que nacerá producto de un sentimiento puro a raíz del matrimonio de dos enamorados.
Esta plegaria es una muestra de fe y lealtad hacia Dios y hacia la pareja, con esta se espera bendecir al ser amado depositando mucha confianza en él y buenos deseos.
Mediante esta oración se espera ser digno y recíproco de tan alto sentimiento.
La Poderosa Oración de los Enamorados: Un pedido de Amor
En mi corazón, Señor, se ha encendido el amor por una criatura que tú conoces y que amas.
Te pido Señor por quien me espera y me piensa en reiteradas ocasiones,
te pido por quien ha puesto en mí toda su confianza para acompañarlo en su futuro.
Te ruego por su futuro, ilumina a quien camina a mi lado, haz que seamos dignos uno del otro, que seamos ayuda y modelo.
Ayúdanos a prepararnos en la grandeza y a la responsabilidad del matrimonio, a fin de que ahora nuestras almas dominen nuestros cuerpos y los conduzcan en el amor.
Te doy gracias por este regalo que me llena de una alegría profunda, me hace semejante a ti que eres el amor y me hace comprender el valor de la vida que me has dado.
Haz que no malgaste esta riqueza que tú has puesto en mi corazón, enséñame que el amor es un don y que no puede mezclarse con ningún egoísmo.
Que el amor es puro y no puede quedar en ninguna bajeza, que el amor es fecundo y que desde hoy debe producir un nuevo modo de vivir entre los días.