A pocos días de que comience Diciembre, el último mes del año, las calles concernientes al Santuario del Rincón dedicado a San Lázaro, el patrón de los enfermos, ven desfilar a los fieles quienes se adelantan a su santoral para visitarlo.
- Fecha que tiene lugar cada año el 17 de diciembre.
Las visitas fuera de tiempo se han convertido en parte de una tradición cubana y del culto al Viejo Lázaro, pues ningún devoto desea culminar el año sin haber ido a visitar a su protector.
El peregrinaje hacia el templo continúa después del día 17, pues el santo recibe bajo su techo a todo aquel que desea visitarlo.
¿Por qué algunos fieles peregrinan antes de lo previsto hacia el Rincón?
Al ser el 17 de Diciembre una fecha tan concurrida en dicha Iglesia los religiosos acuden antes para rendir homenaje a San Lázaro sin verse involucrados en una gran caminata masiva, para de este modo poder garantizar un poco más de tiempo en el interior del templo.
Debido a la penosa situación que se ha tenido que vivir durante la pandemia de Covid 19, hace casi dos años atrás la visita al santuario se ha visto restringida en tiempo y cantidad de personal.
La fuente de agua bendita, punto final para ser bendecidos por San Lázaro
Todos los religiosos que acuden al Rincón llegan con el ánimo de ver a San Lázaro, la gran mayoría le lleva ofrendas y otros acuden hasta su templo para pagar promesas realizadas.
Luego de su transitar por la capilla los fieles van hasta la fuente de la Iglesia para mojarse con el agua bendita y así obtener las bendiciones del santo, siendo este el punto culminante de su recorrido.
Plegaria a San Lázaro para agradecer y entregar una ofrenda
En el nombre de Dios nuestro, padre de Jesucristo su hijo, Nuestro Señor y el Espíritu Santo, saludamos a la Santa Madre María y rendimos pleitesía al Bienaventurado Lázaro el pobre nuestro patrón y nuestro protector.
Loadas sean las ocho bienaventuranzas.
Con hambre y sed de justicia, levantamos con amor fraternal, nuestros corazones a Dios y damos gracias a la misericordia divina por los milagros y beneficios recibidos de Dios, por los méritos del bienaventurado Lázaro.
Al traer nuestra ofrenda rogamos a Dios con la intercesión de Lázaro que recibamos la gracia que pedimos, si es justa y necesaria.
Arrepentidos de nuestros pecados hacemos votos de enmienda, gracias, buen Jesús, por habernos enseñado la gran moral e importante verdad sobre el reino de Dios, habiéndonos hablado del bienaventurado Lázaro el pobre, recompensado por sus penas en el seno de los Bienaventurados. Amén.