Empezar el día agradeciendo por estar vivos y rezando por nuevas alegrías, por la salud y por los planes futuros es una buena manera de hacer frente a la jornada que nos espera. Siempre debemos dar las gracias a Dios, a nuestros Orishas y ancestros, como gratitud por un nuevo día en nuestra vida.
Demostremos nuestro agradecimiento con oraciones y rezos al iniciar el día con positivismo y optimismo siempre.
Los rezos de la mañana nos permiten dar gracias a Dios y encomendarnos a las deidades para que nos protejan. También mostramos de esa manera nuestra gratitud ya sea por un nuevo día, o por la solución de un problema, o incluso agradecemos la dicha de tener a nuestros seres más importantes a nuestro lado.
Y es que ser agradecido es una de las cualidades que las deidades más valoran. Dar las gracias ante cualquier gesto, por pequeño que sea, nos hace mejores personas y nos depara mayores alegrías.
Agradezcamos siempre en todo momento, de esa forma, nos sentiremos mejor para seguir transitando el camino de la vida con fe en que cada jornada será mejor que la anterior.
Dar gracias a Dios por un nuevo amanecer
Se dice que el despertar es el mejor momento del día para agradecer por una nueva jornada a las deidades.
Por eso, cuando despertamos debemos agradecerle a Dios por la nueva oportunidad que hemos recibido con una sencilla oración. También podemos encender una vela en honor a las deidades y poner incienso, elemento espiritual muy poderoso que activa las buenas energías y permite que fluyan.
Orar nos conecta con nuestro ser, con el interior que tanto tiempo permanece dormido, nos permite meditar y reflexionar sobre nuestra vida, con una oración rogando por nuevas bendiciones y agradeciendo por todo lo recibido en el día a día, podemos cambiar el rumbo de nuestro camino positivamente.
Siempre debemos dar gracias y alabar la gracia de Dios y de nuestros ancestros y no solo rezar cuando pasamos por malos momentos. Lo mejor es hacerlo a diario, cuando despertamos y antes de iniciar nuestras actividades.
Te ofrecemos un rezo sencillo para iniciar el día:
Gracias Padre Mío por este día
Por despertar con entusiasmo, fuerza y energía
Para comerme el mundo
Porque tú estás en mi corazón
Eres mi guía, mi fuente de inspiración
Oh- Padre Mío, te pido con devoción
Que lo que emprenda hoy sea de tu satisfacción
Hoy y todos los días
Tú guías mi vida, haciendo todo más fácil
Haciendo más seguro nuestro camino
Amén
De esta manera, rezándole a Dios, a nuestras deidades y a nuestros ancestros, a los espíritus que nos acompañan y a nuestro Ángel de la Guarda, ya sea dedicando algunas palabras, un pensamiento o simplemente agradeciendo por sus infinitas bendiciones con una sonrisa, empezaremos el día de la mejor manera posible.
Así sintiéndonos también protegidos y queridos, enfrentaremos los retos que se presenten por delante, da gracias, ten fe y confía.