A San Antonio de Padua, la persona que más rápidamente ha sido canonizada por la Iglesia Católica, le rezamos este 13 de junio agradeciéndole y pidiéndole su bendición.
Celebramos a este santo patrón de numerosas ciudades y territorios en el mundo y le pedimos coraje para avanzar en la vida y su ayuda para encontrar esas cosas importantes que hemos perdido.
También conocido como San Antonio de Lisboa, este teólogo, predicador y monje portugués es protagonista de una gran cantidad de milagros siempre relacionados con la suerte y el destino de los devotos.
¿Quién es San Antonio de Padua en el Santoral Católico?
San Antonio de Padua ingresó muy joven en la abadía agustina de San Vicente en las afueras de Lisboa y estudió las Sagradas Escrituras y la teología de algunos doctores de la Iglesia católica.
Finalmente decidió hacerse franciscano y adoptó el nombre de Antonio en honor de San Antonio Abad a quien estaba dedicada la ermita franciscana en la que residía.
Con agudeza y claridad divulgó la palabra divina por todo el norte de Italia y el sur de Francia, como predicador contra las herejías.
Se dice que San Antonio de Padua podía ser escuchado por los peces y que cargó en sus brazos al niño Jesús durante una noche.
Más de 3 décadas después de su muerte, el sarcófago donde se encontraba su cadáver fue abierto y aunque su cuerpo estaba corrupto, la lengua estaba en perfecto estado.
¿Cómo celebrar el día de San Antonio de Padua?
A San Antonio de Padua le rezamos como «el santo de todo el mundo», pues se le tiene como patrón de mujeres estériles, pobres, viajeros, marineros, albañiles, panaderos y papeleros.
- También se lo suele invocar para encontrar objetos perdidos.
Es el patrón de Lisboa, de Padua, y de muchas de las grandes ciudades del mundo como San Antonio, Chile; Concordia e Ingeniero Maschwitz en Argentina, y se le rinde devoción también en muchos territorios de Cuba.
Cada 13 de junio le rezamos a San Antonio de Padua ante su imagen en un altar y lo agasajamos con flores y velas.
También podemos acudir a los numerosos templos en su honor que existen desperdigados en muchas ciudades del mundo.
Las oraciones a San Antonio de Padua son poderosas, por lo que siempre debemos rezarlas con mucha fe y confianza en que el santo nos ayudará y nos protegerá.
San Antonio y Eleguá: Sincretismo en la santería
Debido al sincretismo existente en la sociedad cubana entre diversas expresiones religiosas, la figura de San Antonio de Padua se asocia en la religión yoruba con Eleguá, el orisha que abre los caminos y las puertas de la felicidad.
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¿Conoces esta oración milagrosa a San Antonio de Padua para causas imposibles?
¡Oh bendito San Antonio!,
El más glorioso de los santos,
el más admirable de todos los santos
él más gentil entre todos los santos,
tu amor por Dios,
tu caridad por sus criaturas
y tu afán por auxiliar a todos
te hicieron merecedor,
cuando estabas aquí en la tierra,
del don de los poderes milagrosos.¡Oh bendito San Antonio!
Los milagros esperaban tu palabra,
y tú estabas siempre dispuesto
a pedir por todos aquellos
con problemas o ansiedades.
Animado por este pensamiento,
y seguro de tu bondad
te imploro obtengas para mí…(hacer la petición).
La respuesta a mi rezo
en tus manos te la dejo,
puede que requiera un milagro,
pero tú eres el Santo de los milagros
y en ti confío y espero.¡Oh gentil y querido santo!,
cuyo corazón siempre está lleno
de compasión y ternura humana,
susurra mi petición
a los oídos del dulce Niño Jesús,
a quien le gustaba en sobremanera
estar entre en tus dulces brazos,
por favor te lo suplico,
no me dejes sin respuesta,
yo te rezaré con fervor
y por siempre tendrás
la gratitud de mi corazón.
Amén.
- Luego de hacer la oración al santo debe rezar con mucha devoción y fe el Padrenuestro, el Avemaría y el Gloria trece veces.
El Padrenuestro
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
El Avemaría
Dios te Salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.