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Elegguá y San Antonio de Padua, protectores de niños en todo el mundo

Elegguá y Padua

Elegguá es uno de los siete dioses africanos más venerados del Panteón Yoruba, el primero en ser llamado en todo acto religioso o festividad y el último en despedirse, aquel que más se conoce y uno de los más aclamados por los devotos por ser dueño de los caminos y el destino.

Se le considera a Eleggua en la Regla de Osha-Ifá el inicio y el fin de todos los caminos, el nacimiento y la muerte, el bien y el mal.

Es la protección primera y abre los caminos para continuar en la religión.

Vive en la mayoría de los hogares detrás de la puerta, para que aquel que llegue a las casas lo salude primero y también desde esa línea, pueda proteger a los que habitan ese espacio.

Cuentan los patakíes yorubas que Elegguá salvó a Olofin de una grave enfermedad, a pesar de ser el Orisha más joven y pequeño, por lo que El Creador le concedió su deseo de ser siempre el primer Orisha en ser recibido.

Además, es el más consentido de la Osha, y en su imagen de niño es travieso, inteligente y tramposo.

Y no solo con Olofin, sino que ganó suficientes privilegios también con el gran padre Obbatalá y el adivino Orunmila para ser el primero en ser atendido, por ello los religiosos le guardan tanto respeto y veneración.

San Antonio, el que protege a los niños y encuentra lo perdido

Unos de los procesos de sincretismo más importantes en Cuba fue la transculturación de la religiosidad yoruba y la católica, producto a la trata esclava de africanos en el Caribe.

La unión de ambas religiones, costumbres y culturas ha heredado hasta el día de hoy, entre otras ramas, la conocida como Santería, o Regla de Osha-Ifá.

Elegguá sincretiza en el catolicismo con San Antonio de Padua o San Antonio de Lisboa, teólogo, predicador y monje portugués, reconocido por proteger a los niños y por ser aquel al que llamamos cuando perdemos un objeto importante.

  • Uno de sus milagros más reconocidos indica que:

El pequeño Tomasito, un bebé de apenas dos años, estaba a punto de morir ahogado en un lago, cuando su madre decidió rezarle al sacerdote franciscano. 

Con la intercesión de San Antonio de Padua, el pequeño se salvó de morir.

Es también conocido como el Santo de las Causas Perdidas, San Antonio es la persona más rápidamente canonizada por la Iglesia católica. Ocurrió 352 días después de su fallecimiento, el 30 de mayo de 1232.

Hoy es el patrón de Lisboa, en Portugal, donde nació, y de Padua, en Italia, lugar donde falleció y permanecen sus restos.

Además es venerado en otras ciudades como Argentina, Venezuela, España y Cuba.

La inmensa devoción que une a Elegguá y Padua

Aunque no se puede asegurar, el sincretismo de San Antonio de Padua y Eleguá se relaciona con el hecho de que ambos son reconocidos como protectores de infantes en peligro, por lo que los fieles le rezan y le piden su bendición para sus niños.

Ambas deidades en sus religiones son muy poderosas, la imagen y devoción al Santo y Orisha en la religiosidad afrocubana se encuentra por todas partes en el mundo, protegiendo y amparando la fe de sus fieles.

Conoce más sobre este hermoso Santo Orisha:

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