Dame el don de esa bendición ¡Oh poderosa Yemayá reina del mar! confío en ti y vengo a implorar tu ayuda, tú que todo lo puedes atender, con mi súplica prometo difundir tu nombre ¡Oh gran Yemayá! Haz que mi deseo se haga realidad escucha el grito de mi corazón que tu ayuda es urgente.
Desde la profundidad asciende hacia la superficie, como danzando en las olas va llegando su energía y poder a las orillas de la tierra, así es como Yemayá toma los pedidos, ofrendas y sacrificios que sus devotos le entregan con fe.
Y es este un gran momento para conectarse con la divinidad de la diosa del mar, cerca de sus aguas saladas, donde su energía es capaz de contagiarnos, y sentir como el universo se rinde a nuestros pies.
Las conversaciones que desde el corazón entablemos con Yemayá en el mar serán experiencias únicas, llenas de gozo y bendiciones que purifican toda nuestra vida.
Yemayá es la Madre de Todos, seamos o no religiosos
Es Yemayá el vientre que nos dio a luz en el universo, la madre sagrada, el consejo ancestral que nos susurra que todo estará bien, es la diosa voluntariosa y apasionada que ruega por sus hijos en las buenas y en las malas.
Para la religión yoruba todos somos hijos de Yemayá, ya que durante 9 meses nadamos como peces en la placenta de nuestras madres.
La Orisha femenina Yemayá del panteón yoruba es originaria de Nigeria y se trasladó al continente americano durante el periodo de la trata de esclavos junto con el resto de sus religiones y costumbres.
Su carácter también es calamitoso, y como gran guerrera no soporta injusticias, menos con sus hijos en la tierra, por ello le debemos inmenso respeto y buen actuar con nuestros semejantes.
Es capaz de enviar miles de bendiciones, pero si se incumple también manda los arayés (problemas) para que sus hijos aprendan la lección.
Sincretismo de Yemayá en la Santería
Yemayá en el panteón yoruba es muy poderosa, y el 8 de septiembre se venera en la Santería o Regla de Osha, en sincretismo con la Virgen de Regla, santa que también es dueña de mares y aguas.
Este proceso sincrético se desarrolló cuando los esclavos africanos, al ser obligados a convertirse a la religión católica, siguieron las prácticas del sincretismo y mezclaron a Yemayá con Santos.
Entre otros elementos que la representan, el principal objeto de poder de Yemayá es un agbegbe, que consiste en un gran abanico de plumas de pavo real o de pato decorado con conchas y nácar.
Hablar con Yemayá es conectarse con su poder ¿Cómo lo hacemos?
Recordemos que las ofrendas a Yemayá en el mar incluyen flores azules y blancas o simplemente una pequeña cantidad de melaza rociada en un plato con las frutas o alimentos que deseemos entregarle.
Lo importante no es el tamaño de la ofrenda sino la cantidad de fe que pongamos al entregarla.
Incluso, si usted no puede llevarle nada al mar, toque sus aguas, pida de corazón, y será suficiente.
Hablar con Yemayá puede ser tan sencillo como usted desee, pero si desea algunas pautas, dejamos algunas:
- Enciende una vela blanca o azul.
- En la orilla de la playa o cerca del mar concéntrate de todo corazón en tus pedido
- Cierra los ojos, y si estás cerca toca sus aguas, pídele, agradécele, conversa con tu madre.
- Diga con mucha fe este hermoso rezo o sus propias palabras para invocarla.
Rezo hermoso a Yemayá para venerarla en el mar:
La oración a Yemayá para pedirle protección es un himno a la madre del mar, en el que la fe se expresa de forma única, porque a través de ella podemos sentir su poder.
Yemayá Reina de las olas, sirena del mar.
¡Qué hermoso es tu canto, mi señora!
El que escucha llora, madre de las aguas, del océano, soberana de las aguas.
Dame éxito, progreso y victoria. Abre mis caminos en el amor y cuídame.
Que las aguas sagradas del océano laven mi alma y mi ser.
Bendita seas, mamá, mi familia y mis amigos.
Permite que el amor sea nuestra mayor fuente de energía.
Yo soy tus aguas, tus olas, y tú cuidas mis caminos.
Yemayá, en tu poder confío. Gracias madre Yemayá.
Por tu fuerza, por tu vida, por tu infinito amor.