El Paraíso, Hierba sagrada de Shangó ≫ ¿Conoces sus Misterios?

El Paraíso es uno de los ewes (hierbas) principales de Kawó Silé, el Orisha dueño de la fiesta y la candela, esta es considerada por los yorubas como una hierba sumamente poderosa, la que debe ser tratada con respeto, por poseer en sus raíces muchos secretos pertenecientes a la Osha (santería) y a la Regla del Palo Mayombe.

Su uso se remonta a las primeras ceremonias religiosas que se celebraron sobre la tierra, donde el omiero confeccionado con Paraíso se consagró como sagrado y comenzó a emplearse por el hombre como elemento sanador de sus dolencias físicas y espirituales.

Los días de la semana propicios para trabajar con esta planta son los lunes y los viernes, pues se cree que son las ocasiones indicadas para que la hierba aporte el máximo de sus propiedades mágicas y energéticas.

Los religiosos se apoyan en el Paraíso para obtener buena fortuna, desenvolvimiento económico, prosperidad y salud. Es común encontrar esta hierba en los altares que se le realizan a Osain del Monte al ser este Orisha un sabio conocedor de sus virtudes.

El secreto de la recolección del Paraíso.

La recolección del paraíso guarda en sí muchos misterios. Es preciso tomar los gajos haciéndoles presión hacia arriba, a la vez que se conversa con la planta, a la que se le dice:

“Paraíso, así como tú eres de alto y frondoso, dame fuerza y hazme crecer y subir en esta vida”.

La toma de esta hierba milenaria requiere de mucha fe, pues será esta la única herramienta capaz de activar los poderes religiosos de la planta.

Su recolección debe efectuarse antes de las seis de la tarde mientras el sol reina en el cielo, pues de esta forma se obtiene la bendición de Olodumare.

El Paraíso se emplea como elemento ritual.

A través del Paraíso se realizan fuertes invocaciones, estas se relacionan a menudo con Kawó Silé Orisha al cual se deben las virtudes de esta planta.

Despojando espacios…

Cuando el religioso desea despojar su casa toma unos gajos de paraíso los cuales sujetan con una tira roja, tomando las hierbas con la mano izquierda va limpiando cada rincón a la vez que canta plegarias a Shangó.

Para evitar que penetren las fuerzas del mal hacia el interior de la vivienda se cuelgan detrás de la puerta principal unas ramas de paraíso.

Esta hierba se consagra con aguardiente y humo de tabaco cada semana, ahí debe dejarse para que cumpla la función de barrera mágica contra los espíritus y las influencias negativas que desean atormentar a los habitantes de la morada.