Isis es el nombre con el que bautizaron los griegos a una diosa proveniente de la mitología egipcia.
Esta en su país de origen fue bautizada como Ast, sustantivo que se traducía al español como trono.
Isis recibió denominaciones en las que era bautizada como una gran hechicera, fue conocida como una diosa excepcionalmente sabia e inteligente.
A la que se le atribuyó el don de preservar la maternidad y velar por el nacimiento de los niños.
Esta diosa era invocada mediante su plegaria a través de la cual se le realizaban peticiones y se le rogaba protección.
¿Qué es el nudo de la Diosa Isis?
El nudo de Isis es un símbolo que se empleó durante muchos años en el antiguo Egipto en el vestuario, en los templos y como adornos y amuletos con el fin de lograr la protección de la Diosa madre.
Los egipcios consideraban que los nudos tenían poderes mágicos por lo que este símbolo era reverenciado como una muestra de poder y esoterismo.
- El también llamado sangre de Isis se consideró en un momento determinado como un amuleto funerario, elaborado a base de piedra roja.
Este representaba la resurrección y el paso a la vida eterna, este se ataba al cuello del difunto o se colocaba sobre el pecho de las momias para qué pudiesen emprender un viaje seguro al más allá.
La poderosa Isis y el sincretismo religioso con su figura.
La continua invasión que sufrió el antiguo Egipto y la lucha de poder desde diversas regiones bañadas por el Nilo indujeron que los dioses fuesen sincretizados con deidades pertenecientes a otros cultos religiosos.
La imagen de Isis no se vio ajena a este fenómeno puesto que su condición de madre la relacionó directamente con la figura de la Virgen María.
Mientras que al sur de África las culturas yorubas enraizaron el mismo precepto de dueña de la maternidad, la belleza y la fertilidad a Oshún, la Venus negra del Panteón Yoruba.
Años más tarde la imagen de la diosa Isis fue difundida por el mundo llegándose a construir templos para su adoración en diversas partes del mundo.
Oración a la divina Madre Isis
¡Oh Isis!, Madre del cosmos, raíz del amor, tronco, capullo, hoja, flor
Y semilla de todo lo que existe.
A ti fuerza naturalizante te conjuramos.
Llamamos a la reina del espacio y de la noche, y besando sus ojos
Amorosos, bebiendo el rocío de sus labios, respirando el dulce aroma de
Su cuerpo, exclamamos: ¡oh Nuit!, Tú eterna deidad del cielo, que
Eres el alma primordial, que eres lo que fue y lo que será.
Isis, a quien ningún mortal ha levantado el velo, cuando tú estés bajo
Las estrellas irradiantes del nocturno y profundo cielo del desierto, con
Pureza del corazón y en la flama de la serpiente, ¡te llamamos! RAM-IO; RAM-IO; RAM-IO