La Ceiba es una importante representación mística para la religión yoruba en Cuba y es, además, un árbol sagrado y bendito.
Muchos barrios y poblados de La Habana deben su nombre debido a la existencia de uno de esos inmensos árboles centenarios, al pie del cual rinden tributo, realizan ceremonias y depositan ofrendas.
Podemos decir que la más célebre de esta especie en Cuba, es el Ceiba del Templete, ubicada en la Plaza de Armas, en el lugar exacto en el que cuenta la leyenda, se conformó San Cristóbal de La Habana en 1519, y donde se oficiaron la primera misa y el primer cabildo.
Profunda devoción a la Ceiba del Templete
La tradición y la adoración al árbol hacen que cada año, capitalinos y visitantes le den vueltas mientras arrojan monedas y posan su mano sobre el tronco o lo abrazan, para pedir deseos.
Creyentes, practicantes y cualquier cubano cuya propia identidad destila sincretismo, desea al pie de la Ceiba habanera, salud y prosperidad para su familia y amigos.
Las fechas más importantes para rodear al árbol y pedir bendiciones, según dicta esta costumbre centenaria, son las vísperas del 16 de noviembre, día de la fundación de La Habana, y luego, para esperar el Año Nuevo.
A 500 años, la Ceiba del Templete es símbolo de La Habana
El pasado el 16 de noviembre de 2019, se celebró el aniversario 500 de la fundación de La Habana, y se aglomeraron alrededor de la Ceiba del Templete, cientos de personas que pidieron no solo prosperidad para su familia, sino también para la ciudad que ha sido bendecida por los dioses durante 5 siglos.
Algunos dejaron monedas u otros objetos de carácter religioso a los pies del bendito árbol, y lo abrazaron y besaron en muestra de agradecimiento a los espíritus que, según la leyenda, habitan la ceiba.
No obstante, debido a los embates de los años, la Ceiba del Templete ya no es la misma que existía allí en el siglo XVI.
Esa vivió alrededor de 130 años, siendo testigo espiritual de los deseos, alegrías y congojas de los habaneros de todos los tiempos, depositaria de ofrendas y de esperanzas.