Orisha Oko es la deidad yoruba que representa el cultivo de los campos a manos del labrador, este santo yoruba encarna en sí mismo a las entrañas de la tierra guardando de forma oculta sus secretos y misterios.
En la Regla del Palo Mayombe esta deidad es conocida bajo el nombre de Musilango, mientras que en Fon y en Haití el pueblo religioso lo reconoce como Zaka.
¿Cómo son los hijos de Orisha Oko?
Los descendientes de Orisha Oko son hombres y mujeres trabajadores, sobresalen por ser discretos y tranquilos, siendo la responsabilidad su mayor virtud.
Por lo general no son amantes de las fiestas ni de los malos vicios. Muchas veces estos son los encargados de arbitrar entre las personas para esclarecer los malos entendidos y finalizar las disputas.
Pataki: Orisha Oko fue el labrador que cultivó el ñame
Obatalá la deidad protectora del pensamiento humano se había dado a la tarea de desarrollar la agricultura en su reino por lo que poseía grandes sembradíos de ñame.
El ñame a diferencia de otras hortalizas de su misma familia poseía cualidades que lo hacían especial.
Esta vianda se consideraba sagrada y por ende la misma era empleada con fines religiosos.
Sus dones eran tales que muchos consideraban que el ñame poseía poderes mágicos, pues al caer el sol comenzaba a hablar el mismo idioma que los seres humanos.
Además de que con su gracia podía interrogar a las personas durante el sueño haciéndolos delatar sus pecados cuando no eran conscientes de sus actos.
¿Por qué Orishaoko fue elegido para proteger los secretos del ñame?
Obatalá el poderoso Orisha blanco requería de alguien que con dedicación velara por la integridad de sus plantaciones, pero para obtener el trabajo la persona debía ser discreta y en extremo reservada pues los hombres desconocían de las virtudes del ñame, las cuales debían seguir permaneciendo en secreto.
El dueño de todas las cabezas emprendió una larga búsqueda para hallar el candidato idóneo para la supervisión de sus cultivos.
Entre sus requisitos figuraba la presencia de una persona tranquila que no fuera asiduo de las fiestas ni de los malos vicios.
Después de un largo camino transitado se decidió por Orisha Oko, pues no existía en su reino nadie más cualificado para realizar dicha labor que él, pues este era un joven labrador muy serio y talentoso.
Desde ese día el ñame estuvo protegido por Orisha Oko, creció guarecido por la tierra donde permaneció seguro sin que nada ni nadie descubriese su secreto.