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Pataki ≫ Historia de amor entre la Diosa Oshún y el adivino Orunmila

Orula y Oshún

Al principio de los tiempos Orunmila era un hombre solitario, el cual no conocía el amor.

Olofin al percatarse de tal situación preguntó al gran adivino de Ifá del porqué de su soledad, a lo cual el oráculo respondió que no necesitaba el amor ni lo extrañaba porque no sabía cómo era.

Después de escuchar las razones de Orula, Olofin emprendió un camino largo hacia su trono celestial donde se posicionó pensativo durante varios días.

En búsqueda del amor de Orula

Al realizar su siguiente visita a la tierra Olofin acudió al ilé de Orunmila y le propuso un trato, el cual consistía en que lo ayudaría a encontrar el amor verdadero, siempre y cuando este estuviera de acuerdo, a lo que el oráculo accedió.

Al amanecer consecutivo, Orunmila fue enviado por Olofin a un campo de flores a recolectar unas cuantas especies para colocarlas en el interior de su morada y fue precisamente en este instante donde observó a Oshún, la que había sido enviada por el gran padre al mismo sembradío con iguales fines.

Los encuentros entre la bella Oshún y Orula

Orula quedó impactado con la belleza de Oshún, más no dijo nada a ningún Orisha sobre este encuentro. Transcurrió una semana y Olofin regresó a la tierra, esta vez pidió a la deidad pitonisa emprender el mismo sendero hasta el campo, pero esta vez en búsqueda de bledo.

Olofin explicó al Orisha que necesitaba el bledo que se disponía en el centro del campo, confiado Orula, caminó adentrándose en el sembradío, a medida que avanzaba el bledo se tornaba espeso y le era muy difícil divisar bien el suelo.

En su afán por posicionarse en el sitio acordado para obtener la planta, en un descuido se deslizó por un borde fangoso cayendo en un profundo hueco.

Al escuchar el estruendo y las súplicas de auxilio, Oshún la reina de la miel de abejas acudió al agujero para prestar su ayuda a la víctima.

Cuál sería su sorpresa al hallar en el interior del hueco a Orunmila, al percatarse de lo que sucedía esta de forma muy audaz se desvistió y elaboró una resistente soga con sus prendas de vestir, con la ayuda de la rústica cuerda salvó al gran adivino del encierro en el que se encontraba.

El amor entre orishas

En agradecimiento Orula le ofreció parte de su ropa a Oshún y la llevó en brazos hasta el pueblo, donde esperaba Olofin su llegada.

Al verlo este le confesó que todo había sido un plan suyo, para que este Orisha conociera los sacrificios que se realizan por amor y de lo importante que resulta un compañero de vida para enfrentar los azares del destino.

Plan que se desencadenó en una hermosa historia de amor entre Oshún y Orunmila.

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