Hace muchos años existieron dos tierras vecinas que se encontraban divididas por un río.
En una de ellas reinaba la paz y el orden siendo habitadas solo por mujeres, mientras que la otra morada por hombres era todo un caos infernal.
Pataki donde la furia de Oshún devasta el pueblo de los hombres
En cierta ocasión los hombres se entrevistaron con las mujeres para que estas les facilitaran gratuitamente alimentos.
Ellas, quienes discutían todo en un consejo, decidieron negarles la petición pues consideraban que debido a la escasez de comida que se vivía en esos tiempos debían asegurar a su pueblo primero.
Hecho que trajo el descontento con los hombres, los que pretendían por este motivo hacerles la guerra y adueñarse de sus pertenencias y recursos.
Las mujeres al escuchar esta amenaza sintieron temor por sus vidas pues sabían que los hombres las superaban en experiencia y en recursos a la hora de desarrollar una guerra.
Por ello fueron a visitar a Orunmila para que las ayudase a solventar tal situación.
El adivino Orula marca ebbó a las mujeres para evitar una guerra
Orula el gran oráculo de Ifá quien favorecía siempre a las mujeres, se comprometió en ayudarlas registrándolas bajo su tablero y ékuele, marcando la realización de un sacrificio a Oshún en el río de dos gallinas.
Pero como todo era tan escaso, la situación preocupante era como conseguir las gallinas necesitadas.
Entonces una de las mujeres que allí se encontraba dijo que ella poseía en su casa dos gallinas grifas y preguntó a Orunmila si estas servirían para la inmolación, hecho con lo que este estuvo de acuerdo.
Con el poder de las aguas de Oshún los hombres quedan bajo el mandato de las mujeres
Cuando las mujeres llevaron las gallinas a casa de Orunmila este fue al río donde habitaba Oshún y se las dio contándole el problema que aquejaba a las mujeres.
Esta se puso tan furiosa por lo sucedido que se comenzó a desbordar el río inundando el pueblo de los hombres que quedaba geográficamente en un terreno más deprimido que el de las mujeres.
Algunos debido a la magnitud del desastre se ahogaron, otros nadaron con mucho esfuerzo hacia el territorio de las mujeres suplicando su perdón.
De esta forma los hombres quedaron bajo el mandato de las mujeres olvidando las absurdas amenazas hechas en contra de estas, las armas de combate se perdieron volviendo a existir la paz para todos.
Y fue así de la forma que las mujeres les ganaron la guerra a los hombres.