Cuenta la leyenda que cierto día Olofin convocó en su palacio una gran reunión donde requería la presencia de cada una de las aves que habitaban la tierra, con el fin de conocer cuál de estas poseía el mayor número de virtudes con el fin de premiarla por portar tales bendiciones.
Cuando la noticia llegó a la tierra se desató un gran revuelo y todas las aves se apresuraron a acicalarse pues deseaban impresionar con su belleza a Olofin deidad suprema del Panteón Yoruba.
Pataki sobre la envidia en el reino de Olofi:
El Loro se mostró emocionado ante tal honor, más no precisó de tantos lujos para componerse, pues a pesar de ser un animal de plumaje sedoso y de gran belleza, no se mostraba vanidoso ante sus virtudes, hecho que despertaba la envidia de sus semejantes.
Minutos antes de acudir al palacio de Olofin las aves establecieron un complot en contra del Loro y le arrojaron tintas de colores con el fin de manchar su brilloso plumaje blanco.
Al no tener tiempo para volver a arreglarse el Loro ascendió a los cielos en esas mismas condiciones, quedando en supuesta desventaja contra sus adversarios.
Olofin percibe la belleza y premia al más humilde
Una vez llegadas todas las aves al reino de los cielos Olofin las observó detalladamente percatándose que todas lucían espléndidas con plumajes brillantes y uniformes, a sus ojos algo inusual llamó la atención.
La deidad se levantó de su trono y acudió al encuentro del Loro a quien le manifestó su simpatía por el tono colorido de sus plumas, señalándolo como el ave más bella de todas las presentes en el salón.
Le comunicó además su conocimiento sobre sus actos nobles de modestia y su capacidad de crecerse ante las dificultades por lo que le concedió la distinción a este hermoso pájaro de que sus hijos más ilustres llevaran siempre consigo una de sus plumas como muestra de sabiduría y respeto.
A raíz de este hecho el atropello cometido en contra del Loro fue inconscientemente burlado por Olofin, debido a que su aspecto provocado con el fin de disminuir su belleza fue reconocido como símbolo de hermosura.
Seamos como el loro…
Esta leyenda exhorta a todos los religiosos a ser como el Loro y a actuar con humildad, pues no existe mayor virtud sobre la tierra que la sencillez.
El Pataki de Olofi y el Loro muestra cómo es preciso no rendirse a pesar de las adversidades del destino, pues en el momento menos esperado la esencia del alma brota y engrandece a quien obra con el bien por encima de todas las circunstancias y personas.