Orisha Oko es el Orisha vinculado a las cosechas, al que todas las leyendas relacionan con la búsqueda de la prosperidad en la Tierra. Es él, la deidad representativa de las sabanas, tierras y campos cultivados que ayuda y da beneficios a aquellos que las trabajan.
¿Quién es Orisha Oko?
Es esta deidad la que representa la fuerza y energía de la tierra misma y la vida del trabajo agrícola, los cultivos y las cosechas, ayuda y protege a aquellos que se ganan la vida mediante el desarrollo agrícola.
Orisha Oko se tiene por un santo sumamente casto, es muy trabajador y bondadoso, sus mensajeras son las abejas. También representa la prosperidad y la fecundidad, la bonanza, por ello las mujeres estériles recurren a él para que les permita concebir un hijo.
Forma una trilogía con Oke y Oggue, los tres orishas son responsables de las cosechas y las lluvias para que las plantas y frutos sean prósperos. Rigen también, los animales y el fuego interno tan fuerte que puede partir la tierra, orishas que juntos aportan la prosperidad en el mundo.
Orisha Oko tiene dos personalidades, de día representa al hombre perfecto y de noche se disfraza de Ikú (la muerte), posee estrecha relación con los muertos.
Pataki: Orisha Oko ante la inundación de Olokun a la Tierra
Cuenta el patakí que Orisha Oko fue esposo de Olokun, la diosa de las profundidades de los océanos, y que cuando su esposa le habló de su condición de hermafrodita, ella se avergonzó tanto por la reacción de su compañero que inundó la tierra encolerizada.
Después que Olokun lo invadió todo con sus poderosas aguas, todas las personas del planeta debieron refugiarse en la montaña más alta.
Desde allí intentaron llamar la atención del Dios Olofin para que solucionara aquella situación tan difícil y acabara con la inundación, pero el Creador no se daba cuenta de lo que ocurría en la tierra.
Entonces los hombres idearon hacer una gran torre que llegara al cielo para comunicarse con Olofin, pero los albañiles de tanto trabajar aislados y en grupos de trabajo separados, no lograban entenderse.
Así surgieron distintos idiomas y se hizo tan difícil continuar sin poder comprenderse uno a otro, que poco a poco fueron abandonando la construcción del edificio.
La intervención de Oko y el arcoíris
Ante ello, Orisha Oko tuvo una idea mejor. Con sus aperos de labranza hizo siete gigantescos surcos en la montaña y sembró cada uno con plantas de un color diferente, trazando un bello dibujo que se veía desde el cielo.
Una mañana que Olofin miró hacia la Tierra y divisó el dibujo que Oko había realizado, le gustó tanto al Creador que ordenó que se hiciera un puente con siete colores, iguales a los que estaban en la montaña para que Oko pudiera subir al palacio.
Así, Oko subió al cielo y contó lo sucedido y se retiraron las aguas. El agricultor volvió a la Tierra que ahora tenía más espacio para cultivar, y cuando los hombres conocieron de su hazaña comenzaron a llamarlo Orishaoko.
Olofin por su parte, dictaminó que Oshumare, el arcoíris, bajara a la Tierra como recuerdo de aquel suceso.