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La bendición de Olokun se recibe siendo humilde y bondadoso

Pataki de olokun

Olokun es el dios temible de los mares, es padre y madre al mismo tiempo, pez azul dueño de las profundidades del mar y de todas las riquezas que allí se esconden. Su físico se representa como andrógino, es decir que es un ser humano que posee características tanto masculinas como femeninas.

Orisha venerado en el culto yoruba, donde representa los secretos más profundos de la vida y de la muerte, donde el hombre no ha podido llegar.  

Es él, el mar en su estado más atemorizante, colérico e impetuoso, y se dice que es una de las deidades más peligrosas y poderosas de la religión Osha-Ifá.

Pero Olokun es también una de las deidades sumamente veneradas por los yorubas, por sus poderes para hacer el bien y repartir bendiciones. A él se le pide salud, prosperidad y protección para protegernos de todo mal. Los secretos sagrados que encierra esta deidad son tan misteriosos que le debemos mucho respeto.  

Presentamos ahora, el patakí que demuestra la sabiduría y justicia del Orisha de los Océanos:

Pataki de Olokun y los Dos Guerreros

Cuenta el pataki yoruba que hubo dos guerreros cuyos nombres no aparecen en la historia, que trabajaron para Olokun, luchando junto a él y defendiendo causas justas.

Cuando estos guerreros junto a Olokun lograban la victoria en una guerra, el señor de las profundidades marinas los llamaba a su casa y los invitaba a tomar las recompensas que ellos quisieran, para que disfrutaran de los triunfos y fueran felices junto a su señor.

Pero estos dos guerreros tenían distintas cualidades. Uno de ellos era reconocido por ser vanidoso y malvado pero el otro era una persona humilde y reverencial que respetaba a los demás y vivía de acuerdo a las normas morales.

Olokun le duplica la recompensa a la bondad

Olokun sabía de las características de cada guerrero y las tomaba en cuenta al repartirles sus recompensas. Por ello, cuando el guerrero ambicioso pedía riquezas y recompensas, Olokun retribuía al guerrero humilde dos veces su recompensa.

Pero cuando el guerrero envidioso se dio cuenta de esta situación después de una victoria, le pidió a Olokun, lleno de maldad, que le sacara un ojo.

Olokun aceptó y percatándose que tendría que dejar ciego al que solo había demostrado generosidad, bondad y amor, pero debía actuar con justicia.

Justicia y sabiduría del orisha Olokun

Entonces dictaminó que separaría a los dos guerreros y cuidaría siempre del ciego y bondadoso. Pero el que perdió solo un ojo tendría que vivir en la tierra sufriendo guerras, miserias e infortunios.

Al hermano ciego y bondadoso, Olokun lo llevó a vivir en el fondo del océano y aunque no podría ver en la tierra, allí podía tener ojos para ver todo aquello que el envidioso no podría nunca ver, los misterios y todo lo maravilloso de las profundidades del inmenso mar.

También el guerrero humilde tendría paz y riquezas en su vida, mientras que el malvado guerrero tendría que rendir cuentas para que Olokun pudiera aprobar sus acciones en la tierra y no podría hacer nada sin su autorización.

Además, para poder vivir, debería ir al mar para que el hermano humilde le diera su Ashé y bendición.

Así, Olokun manifestó justicia, sabiduría y benevolencia hacia los hombres y demostró que solo aquellos humildes y bondadosos recibirán sus bendiciones.

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