Obatalá es una deidad mayor del Panteón Yoruba, es el Orisha que personifica la paz sobre la tierra por lo que se identifica mediante el color blanco.
Este santo posee la potestad de proporcionar calma en momentos de desesperación, se conoce el uso de su manto para cubrir a los enfermos quienes acuden a él en la búsqueda del cese o el alivio de sus procesos de morbilidades.
El Orisha Obatalá en la Santería
Esta deidad habita en la cima de las montañas y sobre las superficies de roca blanca, se sincretiza en la Religión católica con la Virgen de las Mercedes, celebrándose su festividad cada año el día 24 de septiembre.
Obatalá posee numerosos avatares en su destino, en algunos se muestra como un arduo guerrero mientras que en otros representa a un sabio anciano de cabello completamente blanco.
Esta deidad dentro de la Santería habita en un receptáculo blanco que atesora en su interior sus piedras y herramientas ceremoniales.
El Orisha blanco es la única deidad zurda del Panteón Yoruba motivo por el cual es invocado mediante el sonido de su agogo (campana) por el santero portando el mismo en su mano izquierda, de igual forma este es el motivo por el que sus ofrendas deben ser colocadas haciendo uso de esta misma extremidad.
Pataki de cómo Obatalá es el Orisha dueño de todas las cabezas
Al principio de los tiempos, antes de que se sucediera la creación del universo, Olodumare el Creador descendió del espacio acompañado de su hijo Obatalá. Debajo del firmamento celestial, sólo existía el agua, aunque su presencia se tornaba imperceptible por la ausencia de luz.
Entonces Olodumare sacó de su pecho al sol y lo hizo brillar con toda la energía de su alma, luego le entregó a su hijo un puñado de tierra y una gallina.
Obatalá arrojó el puñado sobre el agua, creando bajo esta acción los continentes, al unir en un solo plano la tierra y el agua.
La gallina que había sido ofrendada a su descendiente por el Creador pisó tierra firme y comenzó a escarbar la misma, esparciéndola y formando la distribución de los continentes que actualmente conocemos.
Obatalá y la creación del hombre
Olofin encargó a Obatalá la responsabilidad de formar el cuerpo del hombre, quien sería una de las tantas criaturas que habitaría la tierra, este lo estructuró construyéndole cabeza, cuerpo y extremidades.
Al terminar de moldear al hombre alineó la cabeza sobre los hombros, para que la misma se encargara de regir la toma de decisiones, no sin antes colocar en su interior un poco de inteligencia en cada uno de los cerebros humanos.
Desde ese día Obatalá fue el responsable de esta labor quedando como encargado perenne de velar por la protección de todas las cabezas de los hombres.
Arroz con leche, la ofrenda preferida de Obatalá
Obra al pie de Obatalá ► Fortaleciendo la Unión y el Amor entre personas
