Ogbe Iroso el camino del Espiritista ¡Cumplir con la misión que Olofi te dio!

Relata el pataki de Ogbe Iroso que todo religioso que saque este odun nació para desarrollar el campo espiritual, por lo que no debe ser consagrado para convertirse en sacerdote de Ifá.

Pataki donde un hombre con el don espiritista quería consagrarse en Ifá

En una región al sur de África existió un pueblo donde todos sus integrantes eran pasadores de espíritus y en ocasiones también los Orishas bajaban a través de sus materias.

En cada práctica espiritual los Eggunes venían tranquilamente, comunicaban sus mensajes y abandonaban la reunión de forma tranquila.

Entre estos religiosos existía un hombre que cuando era convocado para alguna labor espiritual entraba en un trance, el cual se tornaba frenético al no poder comunicarse claramente el espíritu que lo poseía.

Abatido por esta situación insoportable el espiritista partió hacia otras tierras donde le enseñaron a educar al espíritu que lo acompañaba.

Eggun pide al espiritista consultarse al pie del adivino Orula

Hasta que en cierta ocasión el Eggún habló pidiendo que su caballo, término con el que se identifica a la persona que pasa muertos, fuese llevado ante el pie de Orula para que este lo registrara.

Al día siguiente el individuo fue a casa de Orula y este le marcó la realización de un ebbó para que la prosperidad llegara a su vida.

También le dijo que él era hijo de Shangó y que debía asentar Osha lo más pronto posible y que siendo responsable y humilde llegaría lejos en la vida.

Al paso de unos meses el religioso fue consagrado en la sagrada ceremonia de la Osha y tiempo después se volvió muy rico.

Este era considerado y respetado por todos, pero a pesar de todo esto no estaba feliz y como era avaricioso deseaba tener más.

¡Como religiosos debemos cumplir con la misión que Olofin nos asignó!

Entonces movido por sus ambiciones fue a ver a Orumila a quien le pidió que por favor lo consagrara en Ifá.

A lo que el gran oráculo le contestó:

Olofin te premió con el privilegio de ser la materia que los espíritus y Orishas prefieren para bajar a la tierra y no has sido capaz de conformarte con tan alto beneficio.
Tu destino NO es ser sacerdote de Ifá sino espiritista por lo que debes cumplir con la misión que Olofin te asignó.

El espiritista regresó a su casa y después de mucho meditar comprendió cuál era su misión en la vida y decidió entregarse a ella en cuerpo y alma.

También percibió que debía dejar a un lado sus pretensiones pues los espíritus y los Orishas ya le habían regalado una vida cómoda y tranquila.