Relata el pataki que la gallina siempre estaba intranquila, cada vez que iba a anidar nunca encontraba el lugar propicio para hacerlo.
En cierta ocasión fue a la orilla de un río donde había muchas hierbas a poner sus huevos, allí no pudo estar más de dos horas echada, pues los insectos comenzaron a picarla haciendo imposible su permanencia allí.
Pataki de Ogbe Ojuani donde gracias a Orula y Eleguá, Oshún se salva
La gallina andaba corriendo de un sitio al otro, Elegguá al verla en ese estado le propuso que se sentara sobre la escoba amarga, porque así erradicaría el mal que la atormentaba.
Así lo hizo y su padecimiento se alivió gracias al consejo de Eshú, este le dijo a la gallina que cada vez que se sintiese así hiciera lo mismo y vería como mejoraría al instante.
La gallina se sentía muy agradecida con Eshú, al seguir los consejos del Orisha su suerte comenzó a cambiar y poco tiempo después empezó a sentirse mal.
Por malagradecida y desacreditar el poder de Eleguá la gallina cae en desgracia
Esta por más que intentaba curarse con la escoba amarga no lo conseguía, al saberse frustrada y enferma comenzó a maldecir a Elegguá, dejando ante el pueblo su reputación muy mal parada.
Oshún quien vivía en el pueblo en ese entonces estaba enferma, los alimentos que consumía no le proporcionaban los requerimientos nutricionales y la fuerza que esta necesitaba para desarrollar sus labores cotidianas.
Por lo que decidió visitar a Orunmila para que este le aconsejara que hacer para mejorar su situación de salud.
Orula quien era el gran adivino de Ifá la consultó, profetizándole que ella iba encontrar una persona que le daría la solución a todos sus problemas.
Oshún alcanza la salud y el desenvolvimiento comiendo gallina
Oshún confiada en la palabra de Orula partió hacia su casa reflexionando lo sucedido.
Al cabo de una semana Oshún se encontró en la plaza del pueblo a Elegguá, después de una larga conversación esta le contó lo que le sucedía.
Eshú quien sabía de la traición de la gallina, le dijo a la santa dueña de la miel de abejas que no se preocupara que él tenía la solución para sus problemas.
Juntos partieron hacia el monte donde se encontraba anidada la gallina, Elegguá la capturó entregándosela a Oshún, diciéndole haz con ella una sopa y verás cómo te sentirás mejor.
Oshún al llegar a su casa siguió el consejo de Eshú y luego de tomar la sopa y comer la gallina se encontraba mucho mejor.