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Pedro Muñoz Ogunda Biode: Homenaje a las raíces Yorubas de Cuba

Pedro Muñoz Ogunda Biode

Pedro Muñoz Ogunda Biode omo Obatalá fue un Oluo de 37 años de Ifá, que el 31 de agosto del 1973 fuese consagrado bajo el tablero de Orula de manos de su padrino Paulino Balmori, perteneciendo a la rama religiosa de Elpidio Cárdenas, un afamado sacerdote de Ifá cubano.

Los primeros acercamientos de este hombre al templo yoruba tuvieron lugar mediante su madre Asunción León, quien fue una avezada espiritista.

En 1955 recibe la mano de Orula de su padrino Arturo Peña, donde conoce que Obatalá sería el Orisha dueño de su cabeza.

En el año 1959 Oggún deidad gobernante del hierro dictamina que Pedro quedaba preso para el santo y en el 1959 logra coronar Osha de la sopera de Liberato Valdés, sabio Obba cubano.

Hacer Ifá con treinta años fue todo un reto para el joven Oluo, quien con paciencia se vio en la obligación de estudiar y crecerse para estar a la altura de su tiempo y de la responsabilidad que había adquirido con Olofin, Orula, los Orishas, Eggunes y la humanidad.

A pesar de todo esto nunca permitió que el miedo lo amedrentara, pues él sabía la fuerza de su fe y el amor profundo que sentía en su corazón por el Panteón Yoruba.

La historia recuerda a Pedro Ogunda Biode por su sabiduría

Con más de 42 plantes y cientos de ahijados la historia recuerda a Pedro Ogunda Biode por su sabiduría y por la transparencia de sus palabras cuando citaba a quienes acudían ante él que:

La religión era espiritualidad y que quien se acercase a los Orishas para tener casa, posesiones, matrimonio, viajes y dinero estaba fastidiado, porque los santos lo que podrían ofrecer era salud, paz, estabilidad y la fuerza necesaria para no rendirse en las adversidades ni en la persecución de los sueños.

Sirva este modesto artículo para honrar a un hombre humilde

Enseñó a sus amigos y ahijados a ver la Osha-Ifá desde un lente desinteresado, sosteniendo la convicción de que:

  • Los Orishas debían ser adorados por los hombres y no al revés y que todos éramos los hijos favoritos de Olofin hasta que comenzábamos a manchar su nombre con malas acciones e ingratitudes.

Solo en los momentos en los que la vida coloca al hombre entre la espada y la pared, es cuando la humanidad conoce la fuerza de su fe y hasta dónde es capaz de llegar para mantener su palabra.

Sirva este modesto artículo para honrar a un hombre humilde, para poner en alto nuevamente el templo yoruba cubano y para recordar a las nuevas generaciones que el legado de los ancestros debe ser respetado y nombrado con orgullo, por ser esta la más autóctona muestra de nuestra identidad.

Fotos del Oluo Pedro Muñoz Ogunda Biode

El Oluo Pedro Muñoz está a la izquierda

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