A Iroko le confiamos nuestras metas, nuestros secretos y los más profundos deseos de nuestros corazones, confiando en que él escuchará nuestros ruegos y nos ayudará a hacerlos realidad.
Y es que Iroko es el Orisha relacionado a los deseos, todos los deseos de la tierra, deseos buenos y también los malos.
Es el espíritu que según leyendas unas veces vive en la raíz y otras en el follaje de la Ceiba, y desde allí es vigía y protector de los caminantes.
Por eso ese árbol no se corta ni se quema y es sagrado para los yorubas. De hecho, para derribar uno de estos benditos árboles centenarios, hay que consultar con un babalawo y pedir el permiso del orisha.
También se dice que Iroko es uno de los caminos de Obbatalá.
Ofrendas al Orisha Iroko
A Iroko se le ponen ofrendas similares a las que se le hacen a los espíritus, al pie de la Ceiba, a la cual se le ata un paño rojo como símbolo de protección y se bendice.
A este Orisha, como ofrenda se le inmolan toretes jóvenes que aún no se hayan apareado, estos son paseados por los santeros, mientras llevan velas encendidas y se sacrifica en honor a la deidad, gallinas, gallos, pollos, patos y guanajos, todos animales blancos.
El Pataki, Iroko no hizo Ebbó
En la religión Yoruba Iroko, es la caoba africana se dice que estando en el cielo el Orisha se negó a realizar ebbó (limpieza) antes de bajar a la tierra, por lo que, al descender, fue utilizado para la fabricación de casas, muebles, puertas o para cualquier instrumento u objeto de madera.
El ebbó te salva, te limpia y protege, por ello se dice que siempre se debe hacer ebbó ante cualquier situación, tanto para mantener lo bueno como para salir de las dificultades.
El protector de la Ceiba, veneración en Cuba
En Cuba, en la Regla de Osha (santería) a Iroko se le asocia con la Ceiba como una deidad masculina y un árbol que acoge a los espíritus.
Cuenta la leyenda que Iroko hizo un pacto con Iyami Osoronga, las brujas de la noche, y desde entonces ellas descansan en la copa de la ceiba y llaman a los espíritus.
En la Ceiba también se cobijan orishas y eggunes y se ha convertido en un altar natural para Babalawos, Santeros y Paleros, para realizar ceremonias y rituales que se relacionan con las distintas entidades que la ceiba guarda.
Por ello, podemos ver que en Iroko confluyen varias entidades, a todas las que se le rinde respeto y devoción.