Una multitud que enarbola el color blanco, llega cada septiembre a las puertas de un templo habanero, suplicando la misericordia y la protección de una de las deidades más veneradas por el pueblo cubano.
Se considera a la Virgen de Las Mercedes como la patrona de los presos, y en la cultura afrocubana, se sincretiza con el Orisha mayor Obatalá de la religión yoruba. Ambas deidades son poderosas, dadores del perdón y conservadores de la paz.
Obatalá es considerado el más fuerte de los Orishas, creador de la tierra y escultor del ser humano, deidad de los pensamientos y de los sueños.
Con la Virgen de las Mercedes, forman un sincretismo religioso de la unificación de ambas culturas.
Día de Obatalá y Las Mercedes:
Este día de celebración es una cita para la paz y seguridad de todos los cubanos.
Cada 24 de septiembre, es costumbre entre los cubanos festejar el día de la Virgen de las Mercedes, además de festejar a Obatalá. A las deidades sus devotos le rezan por la paz y la prosperidad.
La festividad de la Virgen de las Mercedes es una de las ocasiones más esperadas en toda Cuba, a la que le imploran protección y sobre todo…libertad.
La celebración se convierte en un acto de fe y de solidaridad, pues la deidad es considerada patrona de los presos.
Por ello muchos familiares de presos, vestidos de blanco, se pronuncian y rezan por su libertad en la Iglesia de nuestra Señora de la Merced ubicada en las calles Cuba y Merced, en La Habana Vieja.
Historia y devoción a la Virgen
La devoción a la Virgen de las Mercedes comenzó en el año 1259 en el mundo y en Cuba, por cientos de años se le ha rendido homenaje tanto a la también conocida como Madre de Cristo como a Obatalá.
Las deidades tienen ciertas similitudes en cuanto a sus capacidades o posiciones, pues la virgen se considera protectora, liberadora y consoladora de los cautivos. Es una santa considerada líder, que pide por los pecados de los seres humanos.
Obatalá, es también líder con gran poder y protege a los hombres, les concede la gracia y la protección divina.