3 Historias del San Lázaro venerado en Cuba y su sincretismo con Babalú

En Cuba cada año los 17 de diciembre acuden al Santuario de San Lázaro o al Rincón de San Lázaro, multitudes de cubanos para rendir culto y cumplir promesas al viejo Lázaro como cariñosamente le llamamos.

Desde este precioso templo, pero también desde nuestros hogares le ofrecemos y pedimos al santo misericordioso por obrar grandes milagros a nuestro favor.

En la Santería o Regla de Osha el culto de San Lázaro se une al de un importante Orisha dueño de las enfermedades, y así muchos se preguntan porque se sincretiza a San Lázaro con Babalú Ayé.

Y es que el sincretismo fue el resultado de que los africanos que eran esclavos tenían que ocultar su religión, los mismos fueron traídos a esta parte del mundo de forma inhumana y arrancados de su tierra por la esclavitud por parte de los colonizadores.

No tenían ni voz ni voto y el medio que encontraron para mantener su fe fue encubrir sus dioses africanos con los Santos Católicos, estableciendo similitudes en los que creían y veneraban sus colonos.

El Viejo Lázaro que se alaba en Cuba está presente en 3 importantes relatos:

El personaje de la Biblia hermano de Marta y María Magdalena de Betania y amigo de Jesús Cristo.
En el relato de San Lucas Evangelista (Siglo I), aparece Lázaro el mendigo.
El sincretismo de Babalú Ayé, el Orisha del Panteón Yoruba.

Aquí te narro cada una de estas leyendas sobre el viejo misericordioso Lázaro y sus avatares, el San Lázaro Bendito venerado por los cubanos y su sincretismo con Babalú Ayé.

1. La Historia de San Lázaro como personaje bíblico

Lázaro en esta leyenda era miembro de una familia de mucho poderío económico, tenía dos hermanas y todos vivían en un castillo próximo a Nazaret que se llamaba Magdala.

Sus tierras colindaban con Betania y parte de Jerusalén.

Entre los hermanos se percibía que Lázaro compartía su dinero con los pobres, María mantenía una vida llena de lujos y Marta por su lado, se dedicaba a las tareas del hogar.

En el Nuevo Testamento aparece como amigo de Jesús Cristo el Lázaro que vivió en Betania.

Se le nombra mucho por el pasaje bíblico del Evangelio de Juan (11:41-44), donde Jesús lo resucita, por ello su nombre es utilizado como sinónimo de resurrección.

Al morir Jesús, Lázaro y sus hermanas venden todas sus tierras, huyen y desembarcan en Marsella junto a otros seguidores de Cristo y dedican su vida a predicar la palabra del señor.

Lázaro también se convierte en Obispo, y es por su obra que la tumba de Lázaro al morir se convierte en lugar de peregrinación durante la Edad Media.

2. El San Lázaro como mendigo

Jesús de Nazaret en el Evangelio de Lucas del Nuevo Testamento narra la anécdota de dos hombres y la suerte de cada uno de ellos al final de sus vidas.

También narra como uno de estos hombres que era Lázaro el mendigo iba cubierto de úlceras, hambriento, sin auxilio porque nadie le ayudaba.

Se describe en esta historia como Lázaro estaba echado en el piso en casa del hombre rico solo recibiendo las migajas que caían de la mesa del banquete que estaba dando aquel hombre cubierto de ropas finas, y sin tener compasión del leproso sólo los perros se le acercaban para lamer sus heridas.

Cuando muere el hombre rico este va al infierno donde está Hades (Dios del inframundo y de mucha oscuridad).

Y el pobre Lázaro mendigo al morir, los ángeles lo conducen donde Abraham (Padre de los creyentes, de la fe y quién bendice).

3. Sincretismo de Babalú Ayé con San Lázaro

De origen lucumí viene su nombre, que realmente es un título porque Bàbálù Ayé significa el padre del mundo.

Proviene su culto de Benin, donde le llaman Azowáno, Rey de Nupe.

Pataki Yoruba del Orisha Babalú

Cuenta el patakin (leyenda) que Babalú Ayé era un hombre que gustaba mucho de mujeres, bebidas y fiestas.
Estaba casado con Oshún, la diosa del amor y la miel, pero esta le abandona por sus continuas infidelidades, aunque en realidad todos los que conocían a Babalú comenzaron a perderle el respeto.
Orunmila el adivino de Ifá un día coincidiendo con un jueves santo le aconsejó que no bebiera ni andara con mujeres, porque esa ocasión era día de respeto.
Pero Babalú Ayé hizo caso omiso al consejo dado por Orunmila y se fue de parranda con sus mujeres.
Al otro día al despertar se ve cubierto de pústulas purulentas y al salir a la calle nadie se le acercaba y todos huían de él, solo los perros eran los que iban a lamer sus llagas.
Mucho le suplicó a Olofin para que le perdonase, pero este ni le escuchó y al cabo del tiempo ya muy enfermo, Babalú muere.
Oshún al enterarse de su muerte va donde Olofin y le suplica por la vida de Babalú Ayé.
Y al ser Oshún bendecida y protegida por Olofin intercede ante su pedido por Babalú y el gran creador le otorga el don de la vida de nuevo.
Entonces Babalú Ayé por haber sufrido en su propia piel el dolor y sufrimiento después de que Olofin lo resucitara, se convierte en el amparo de los enfermos y es misericordioso con ellos.

Babalú Ayé en el panteón yoruba es el dios de la lepra, de las enfermedades venéreas, de la viruela y todo lo relacionado a las afecciones de la piel y las dolencias tanto corporales como espirituales.

Este Orisha aunque muy respetado es muy temido también, sólo sale de noche y en las mañanas se esconde del sol para proteger su piel en las plantas de hiedra y entre el cundeamor.

3 Historias y un solo culto a la Fe

Si has leído las tres historias también encontrarás similitudes entre ellas.

Es por ello que el sincretismo se hizo presente en la etapa de la esclavitud como un escape para salvaguardar la fe.

En la primera parábola San Lázaro Obispo fue resucitado por Jesús como también Babalú Ayé por Olofin.
En la segunda Lázaro el mendigo anda con harapos, es leproso, y anda con muletas, también los perros lamen sus pústulas como Babalú Ayé sufrió por desobediencia las llagas en su cuerpo y los perros cuidan sus heridas.

Lo cierto es que, aunque el sincretismo nació en épocas tristes y penosas para la humanidad, nos ha regalado nuestra idiosincrasia y religiosidad, hoy los cultos se unen en un solo manto de fe.