Los patos eran los animales favoritos de los Orishas, estos se vanagloriaban que sus huevos eran más suculentos que los de las gallinas.
Por ende, se mantenían en la preferencia de todos, por ser el elemento estrella en muchas de las comidas de las deidades africanas, además de ser los ingredientes predilectos en la ejecución de múltiples rituales religiosos.
Estos poseían tanto valor energético que cada hechicería que se realizaba bajo su presencia era sinónimo de éxito.
Pataki: El ebbó cambia el destino de las gallinas
Las gallinas se encontraban molestas por tal situación, se sentían menospreciadas a pesar de que ponían un gran esfuerzo en el acto de engendrar sus huevos con el fin de hacerlos dignos de la preferencia de los santos, más para estos eran invisibles sus esfuerzos.
Cierto día las gallinas se reunieron en secreto para entre todas hallar una solución a su problema.
Estas acordaron visitar al gran Oráculo de Ifá para que las ayudase a solventar sus problemas.
Orumila las consultó y tras comprender sus pesares les indicó la realización de un ebbó, obra que las ayudaría a ser más prósperas aumentando su buena fortuna.
De forma obediente y con mucha fe las gallinas ejecutaron el ebbó que Orula les había indicado.
¡Nada es eterno en la vida y todo puede cambiar!
Luego de este ritual las mismas comenzaron a multiplicarse y a poner más huevos, superando por mucho la presencia de las gallinas sobre la tierra con respecto a los patos.
No pasó mucho tiempo para que las gallinas se convirtieran en las nuevas favoritas de los Orishas.
Sus huevos fueron aceptados por todo el mundo y su consumo creció convirtiéndose el huevo de gallina en el alimento básico de todos los hogares y el nuevo centro en la realización de hechicerías, rituales que se habían vuelto incluso más poderosos a raíz de su utilización.
De esta forma los huevos de gallina desplazaron a los de los patos en todas las esferas de la vida, demostrando que de nada sirvió la autosuficiencia de los emplumados animales quienes se sentían invencibles.
Una enseñanza de humildad…
Este odun transmite a todos los religiosos la enseñanza de que nada es eterno en la vida, del mismo modo que nadie es imprescindible.
Se debe ser humilde e íntegro para que cuando se deba ser relevado de una tarea quede la impronta del esfuerzo y el buen desempeño, para que todo el trabajo de la persona no sea lanzado por la borda ni desprestigiado.