Relata el pataki nacido en el odun Ogbe Odi que vivieron en los extremos de un mismo río dos hombres.
El primero vivía cerca del cauce del mismo junto a su esposa Oshún, mientras que el segundo moraba en la desembocadura del mismo.
Pataki donde Osain del Monte advierte sobre la maldición del café para los Hombres
Ambos hombres que no se conocían fueron indistintamente el mismo día a casa de Orunmila para que los registrara pues ambos tenían problemas.
El adivino les marcó la realización de un ebbó, pero para hacerlo debían ir al monte a pedirle a Ozain unas hierbas.
El oráculo de Ifá les explicó que escucharan con atención si Ozain les daba algún consejo el cual debían interiorizar y aplicar por el resto de su vida.
Como el primer hombre estaba enfermo Oshún su esposa fue en la búsqueda de las hierbas, a su entrada al monte vio acostado a Ozain bajo la sombra de un cedro.
Este la saludó y le indicó donde tomar las hierbas que necesitaba, en el trayecto para encontrar las plantas Oshún vio un hermoso arbusto de frutos verdes que le llamó mucho la atención.
Ozain explicó a la santa que no debía tocar ese arbusto pues era la planta del café la que estaba maldita, pues realmente sus frutos se consumían tostados en un elixir que era estimulante y adictivo, que en pequeñas dosis podía hacer bien, pero en alto consumo llegaba a ser tóxico para el organismo, haciendo al hombre esclavo de su consumo.
El que NO respeta los consejos de Ifá y los Orishas deberá enfrentar las consecuencias del destino
El segundo religioso que había llegado al monte, al ver a Ozain se había escondido detrás de unas plantas y cuando Oshún se retiraba con sus hierbas, él fue a curiosear la planta del café.
En un descuido Ozain lo sorprendió tomando el fruto de la planta pues al escuchar la conversación entre el Orisha dueño de las hierbas y Oshún, conocía el secreto de cómo preparar el café.
Ozain le exigió que le devolviera los frutos, más este no le devolvió todos haciéndole trampa al Orisha.
Se disculpó hipócritamente con él y se marchó llevando consigo sus hierbas.
Al llegar a casa tostó las semillas y probó el café, desde ese momento quedó enganchado con el vicio, dejando incluso de alimentarse como era debido por tomar café.
Hecho que le afectó la salud llevándolo años más tarde a la tumba.
Enseñanzas de este pataki de Ogbe Odi para los religiosos:
Cuando el religioso se consulta ante el oráculo de Ifá y le sale este signo se le aconseja dejar todos los vicios por ser estos perjudiciales para su salud.
Y en caso de no tenerlos se le aconseja jamás probarlos por ser los vicios su perdición.