Hace mucho tiempo existió un hombre cuyo oficio era tocar la trompeta cuando el Sol salía, despertando de esta forma a los Orishas y a los seres humanos para que comenzara su día y pudiesen desarrollar sus labores.
Historia de Ogbe Ofun donde el trompetista se enfrenta a sus enemigos con la ayuda de Orula
Olofin quien estaba contento con su labor decidió llamarlo a su palacio un día para premiarlo por su excelente desempeño.
Al llegar el trompetista Olofin ya lo estaba esperando.
Este, que conocía los deseos de todos los hombres supo que el mayor anhelo que poseía este era casarse y formar una familia, por lo que el Orisha le concedió en matrimonio a una de sus hijas.
Los pretendientes de la joven al enterarse de lo sucedido se enfurecieron y quisieron vengarse del trompetista, por lo que se reunieron para tramar un plan en su contra.
Juntos decidieron robarle la fuente de su gloria, la cual era su trompeta de marfil.
Cuando el Enemigo quiera venganza, Orula tendrá la respuesta
A la mañana siguiente cuando el trompetista fue a buscar su instrumento musical, se percató que no estaba por lo que corrió por todas partes preguntando a todo el que se topaba en el camino si la había visto, hasta que llegó a casa de Orunmila.
El gran adivino de Ifá al ver lo sucedido se compadeció del trompetista y a través del ékuele y el tablero de Ifá descubrieron su paradero.
El músico rápidamente fue por ella al monte donde la tenían enterrada, entonces se sintió tranquilo.
Cuando volvió a salir el sol el sonido de la trompeta despertó a todos los seres vivos de la tierra.
Entonces los enemigos del músico al escucharlo sintieron coraje y volvieron a reunirse para conspirar en contra del esposo de la hija de Olofin.
Ifá siempre hará pagar a los que obran con Mal
Al anochecer los enemigos del trompetista se escabulleron y volvieron a robar la trompeta de marfil, cuando el músico se percató de lo sucedido fue corriendo a buscar a Orula quien lo volvió a consultar.
Esta vez Ifá no iba a ser tan blando con los ladrones, por lo que el oráculo le hizo ebbó al músico y mandó a que este lo llevara al río, diciéndole:
Ten paciencia que pronto aparecerá tu trompeta.
Una vez el trompetista colocó el ebbó en el río el agua del mismo comenzó a desbordarse brotando de esta la trompeta.
La furia del cielo por las obras malintencionadas hacia el músico fue tanta, que el río en la crecida arrasó con las casas de los enemigos del buen hombre dándoles a estos una gran lección.