Yemayá y Olokun: 2 Deidades africanas unidas por las Aguas del universo

Dos Orishas representan las inmensas fuerzas naturales de los mares y los océanos en el panteón yoruba, fuerzas que sostienen la vida en la Tierra.

Ambos están unidos por las mismas cualidades que los representan como dioses de las aguas y como tal, se dice que se protegen como hermanos.

Yemayá, la poderosa Reina de los Mares
Olokun, el misterioso Soberano de las profundidades del Océano

La Reina Madre de las Aguas, Yemayá

El nombre de Yemayá, soberana de los mares del mundo, debe ser pronunciado por quien la tiene asentada con gran respeto, tocando la tierra con las yemas de los dedos y besar en ellos la huella del polvo.

Es una Orisha femenino, aunque trabaja como hombre y posee la decisión y el coraje de una guerrera.

Características de esta diosa Yoruba:

Yemayá es tan vieja como Obatalá y tan poderosa, que se dice que cuando se creó la Tierra, era la Orisha con más fuerzas.

Pero por su carácter perdió la hegemonía del mundo y se le dio el dominio de la superficie de los mares, que, al moverse de derecha a izquierda, representa el movimiento de las olas del mar, el carácter de su personalidad al igual que la sapiencia y la intelectualidad.

Es la madre de todos los hijos en la tierra y representa al útero en cualquier especie como fuente de la vida, la maternidad y la fertilidad.
Yemayá es adivina por excelencia y una poderosa fuerza, tanto en el mar como en la tierra.
Ella, es la patrona de las aguas saladas y de sus secretos, la que puede mantener la mar en calma, pero también puede provocar olas gigantescas y maremotos con su cólera.

Por ello la invocan los marinos, pidiendo que aplaque su cólera y les dé su bendición para evitar naufragios.

En la santería sus ofrendas por lo general deben incluir herramientas relacionadas con elementos marinos, y objetos elaborados a base de sus colores que son el azul claro y el blanco.

Yemayá sincretiza en la religión católica con la Virgen de Regla, protectora de los marinos y regente de la bahía de La Habana.

Un corto rezo traducido al español dedicado a Yemayá:

Santa mujer negra, con sus siete rayos en su cara, reina adivina, reciba nuestros saludos.
Madre dueña de todo mar, madre hijo de pescado, allá lejos tiene su trono debajo del mar donde usted tiene sus riquezas, para su hijo obediente.
Gracias Madre mía.

El que conoce todos los secretos de lo profundo, Olokun

Olokun es el dueño de las profundidades del mar y representa los secretos más profundos de la vida y de la muerte, así como los misterios del fondo marino que aún no ha sido visto por ojos humanos.

Se le caracteriza como una de las deidades más peligrosas de la religión Osha-Ifá, temido y respetado por todos, pero también muy adorado por sus fieles, que relatan los inmensos milagros de este Orisha.

Características de Olokun, el Monarca de las Profundidades del Océano

Olokun es andrógino, y puede ser un hombre muy malhumorado o una doncella hermosa. En su imagen se le representa mitad hombre, mitad pez, y siempre va enmascarado.

Algunos creen que continúa atado con siete cadenas, como refleja un patakí, pues cuando se encoleriza hace estragos y Obatalá fue muy prudente en dejarlo amarrado.

Aun así, se sostiene que los hombres nunca deben olvidar su culto por su gran poder.

Es una deidad poderosa, terrible y sumamente misteriosa que encarna el mar en su aspecto aterrador, pero que también bendice a sus devotos con mucha salud y prosperidad cuando le rezan con fe y lo invocan mostrándole fidelidad y sinceridad.

Algunos de los misterios que encierran Yemayá y Olokun en la religión yoruba

Aunque algunos devotos afirman que Yemayá y Olokun podrían ser la misma deidad, lo cierto es que los patakíes muestran diferentes cultos para Yemayá y Olokun, pues mientras Yemayá se encuentra viviendo en la superficie del mar y en las olas, Olokun habita en las profundidades del océano.

Incluso uno de los caminos de Yemayá, llamado Yemayá Okute, se representa como la portera de Olokun y aquella que lo acompaña siempre como una hermana.

También en los patakíes yorubas se reflejan ambos cultos cuando dice: “Olokun, el señor del mar, es el dios del mar de los Yorubas, es uno de los que vinieron del cuerpo de Yemayá”.

No obstante, ambos comandan fuerzas naturales muy interrelacionadas, por lo que sus poderes también se unen y ambas deidades se protegen uno al otro.

Yemayá como hija de Olokun:

En la ciudad de Ifé, Yemayá es reconocida como la hija de Olokun, el orisha de los océanos y se celebra para ambos un inmenso festival que tiene al mar como principal protagonista, por medio de una identidad muy arraigada.

Muchos estudiosos de la religión yoruba aceptan de hecho, la tesis de que Yemayá es la hija de Olokun y soberana de los mares.

El patakí cuenta que fue hecha esposa de Olofin y un día, cansada de esa vida y de que su marido gobernara el mundo, decidió irse hasta donde se ocultaba el sol.
Olokun le había preparado una vasija que contenía una poción para que no cayera al agua mientras estuviera en la tierra, que Yemayá se llevó en su huida.
Al ser sorprendida por los ejércitos de Olofin, Yemayá decidió quebrar la vasija y en el suelo nació un río que la llevó de nuevo a los océanos de Olokun, que le entregó la llave de los mares.

Rezos a las deidades del océano

De hecho, muchos de los rezos a Yemayá mencionan a Olokun y viceversa, como el que mostramos a continuación:

“Iya mío atará maguá mio, jojó asharé Oggún, ayabá tiguáOdún, O Mio Yemayá Asayobi, Olókun. Aboyó yogún e!óeyá e!ó mi emi boshé, Iyá alonú akará biabé. Yemayá iguéreekún asayabio Olókun ya bí elede omó arikú alalajara, déyeíoma kamari Ikú kamarí arún, kamarí eyó, kamarí o»o,kamarí yem biéne
Madre mía, diosa mía dueña de mi alma y corazón, te pido que, por tu sagrado intermedio, Olokun y los demás dioses del cielo y de las profundidades de la tierra y el mar, me den su apoyo en esta misión que ahora voy a comenzar.
Líbrame de la muerte, la enfermedad, la tragedia, la maledicencia y la envidia de quienes no me quieren.