Consejos de Obara Ojuani: Aproveche la sabiduría como arma de defensa

La consagración de los grandes sabios del Panteón Yoruba nació en este odun.

Ifá donde la persona debe estudiar la religión, pues en el futuro gracias a sus conocimientos tendrá un pueblo religioso en la puerta de su ilé (casa), en búsqueda de:

Corona,
ayuda y
principalmente salud.

El religioso regido bajo esta letra debe saber aprovechar la sabiduría como arma de defensa, pues solo mediante la inteligencia se logran alcanzar los objetivos en la vida.

Obara Ojuani advierte al individuo que debe ser el responsable de velar por el cuidado y la crianza de sus hijos.

En este signo el padre puede perder a uno de sus descendientes de manera violenta sin tener detalles sobre el suceso, por ende, se indica a los hijos ser precavidos y evitar situaciones comprometedoras y malas compañías.

Afiáncese en Obatalá para vencer las guerras y las dificultades

Usted es médium y en el futuro llegará a montar espíritus.

La cascarilla es uno de los elementos rituales que no pueden faltarle en su cuarto de santo:

Haga limpiezas con bolas de cascarilla y así depurará su astral y las energías en su casa fluirán mejor,
puede triturarlas e irlas soplando por el ilé o echarlas en agua con colonia y flores blancas y baldear.

Vista de blanco lo más que pueda y afiáncese en el Orisha padre Obatalá para vencer las guerras y las dificultades.

Se hace rey el que sabe aguardar la llegada de mejores oportunidades

En este signo se hace rey el que sabe aguardar con paciencia la llegada de mejores oportunidades y no se decanta por la primera opción que se le presenta.

Ritual para hacer una petición:

Cuando el religioso desea le sea concedida una petición especial:

Debe esperar un día lluvioso y sale al patio de su casa abre la boca y al caerle agua de lluvia la sopla,
y luego mirando al cielo pide su deseo a la madre naturaleza.

Obara Ojuani no debe llevar a vivir a su ilé a ningún desconocido

En este Ifá Obatalá abandonó la tierra porque el ñame había invadido su casa.
Elegguá quien le encantaba este tubérculo fue al palacio de Baba y se lo llevó todo, avisando al gran Orisha que podía regresar a su hogar, ya que el se había llevado la plaga.

En este signo una persona viene de improviso a vivir a casa del religioso y comienza a adueñarse de todo.

La presencia de ese nuevo inquilino llegará a suponer para Obara Ojuani incluso el abandono de su casa y su separación matrimonial.

La única manera que el religioso llegue a recuperar lo perdido es acudiendo ante Elegguá para que el Orisha interceda y solucione la situación como lo hizo en antaño para ayudar a Obatalá.