El Espiritismo como creencia y práctica de tipo religiosa se difundió en Cuba en la segunda mitad del siglo XIX, llegada desde Francia.
Las creencias espiritistas que arribaron a la Isla estaban basadas en los libros publicados por el escritor francés Allán Kardec, quien se dedicó al estudio de fenómenos paranormales.
Aunque en sus inicios era un culto desvinculado del tradicional catolicismo y las expresiones de origen africano, el sincretismo siempre permanente en Cuba por la mezcla de culturas pronto lo adaptó a las expresiones religiosas de la Isla.
Aquellos que decidieron practicar estas creencias se autodenominaron espiritistas y también médiums o los que se comunican con las almas de los difuntos.
Espiritistas cubanos y la transculturación
Aunque en el inicio del culto, aquellos que se dedicaron a la práctica del espiritismo, en su forma ortodoxa, se autodenominaron científicos, en Cuba prevalecieron las creencias mítico-mágicas asociadas sobre todo a la cultura afrocubana, por lo que los practicantes se reconocieron como espiritistas.
Los espiritistas cubanos, se inclinaron por el uso en sus sesiones de objetos como cruces, flores, imágenes y agua como elementos de culto y comunicación espiritual.
La forma más conocida de la práctica del espiritismo en Cuba hoy es el conocido como «cruzao» (cruzado), resultado del sincretismo de las prácticas espiritistas con expresiones religiosas de origen africano, en especial de la regla de Ocha (Santería).
Los espiritistas en la Isla, también practican otras tendencias como cartomancia, quiromancia y otras expresiones adivinatorias.
Estas poseen un denominador común, alejar malas energías, sanar enfermedades y abrir los astrales mediante ritos como la «santiguación» y el «despojo».
Espiritismo organizado en Cuba
El Espiritismo en Cuba, se organizó y tomó fuerza en la zona Occidental del país. Algunos espiritistas se dedicaron al estudio de obras Kardecianas y otros adaptaron las creencias a otras expresiones religiosas.
En 1904 fue fundada en La Habana la Sociedad Teosófica de Cuba, y hoy continúa siendo la principal institución espiritista en la Isla.
Actualmente, varios espiritistas en La Habana Vieja se dedican a leerles a los turistas la buena fortuna. Otros, se unen a los cultos yoruba para revelar pasado, presente y futuro.
Y muchos son Curanderos que ofrecen su servicio de comunicación con los difuntos ante la existencia de algún mal.