Mercedita Valdés, nacida el mismo día en que se celebra a la Virgen de las Mercedes y al gran Obatalá, y quizás por ello su vida estuvo siempre ligada a la tradición yoruba y a la cultura afrocubana.
Sus canciones así lo dijeron, era una mujer fuerte como las Orishas, a las que celebró con su arte y su talento.
Nació Mercedes Valdés, el 24 de septiembre de 1928, en el barrio habanero Cayo Hueso, lugar célebre por sus grandes tradiciones musicales. Así que su vida se vio ligada rápidamente al canto y a la religión yoruba. Pronto aprendió a cantar yoruba y Palo Monte.
Merceditas Valdés y sus cantos espirituales
Siendo muy joven, Mercedita Valdés asistió a las procesiones del Cabildo de Regla, presidido por Susana Cantero y ganó reconocimiento con las obras Babalú, de Margarita Lecuona, La negra Merced, de Ernesto Lecuona, y El churrero.
En Radio Cadena Suaritos hizo el primer programa de música yoruba transmitido por una radioemisora, por lo que Fernando Ortiz, la contrató para que trabajara con él como ilustradora de sus conferencias e investigaciones. Con ella realizó una gira por todo el país, ilustrando sus conferencias.
Luego se dedicó a su arte y fue expresión cubanísima del guaguancó, la guaracha, el pregón, los cantos de cuna y, sobre todo, los cantos de origen africano, sobre los cuales ella misma expresaba:
«Los cantos tienen su significación y mensaje. Cuando evoco… (beronia Abegbeb Oshún…), lo hago despacio, lentamente, pues en la leyenda ella entra con sensualidad y belleza, moviendo un abanico.»
El mismo Don Fernando Ortiz la llamó «La Pequeña Aché de Cuba«, y es que Merceditas con su religiosidad y amor a los Orishas nos regaló un legado hermoso para la cultura y la música afrocubana.
Sus cantos son una plegaria de amor y fe, invoca con su voz a las deidades con naturalidad y mucha espiritualidad.
Merceditas, el arte yoruba transformado en canción
“Empecemos el día invocando espíritus buenos”, rezan los cantos espirituales cubanos de la gran Mercedita Valdés, la que le cantó A Babalú Ayé, a Obatalá y a todo el panteón yoruba.
La multipremiada artista actuó además en el filme Yamba-O, dirigido por el Indio Fernández, y en el corto musical Zamba, siendo admirada por el mundo entero como máximo exponente de la mujer verdaderamente cubana.
