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Los Hijos de Yemayá y sus 3 virtudes que se convierten en defectos

Hijos de Yemayá

Resulta siempre difícil hablar de defectos, pues de las cosas negativas casi nadie emite comentarios y cuando estos surgen a veces muchos prefieren voltear la cabeza para no ver lo que sucede.

Las tres características que se convierten en defectos en los hijos de Yemayá

Los hijos e hijas de la Orisha Yemayá al igual que el resto de los seres humanos poseen virtudes y defectos.

No se podría hablar a ciencia cierta de cada una de estas características, pero a groso modo hemos encontrado puntos comunes en todos los descendientes de la Orisha dueña del agua salada. 

1. Los hijos de Yemayá se comportan como los padres y madres de la humanidad

Los hijos de Yemayá suelen actuar acorde a una de las grandes funciones de su progenitora, comportándose como los padres y madres de la humanidad.

Es frecuente que estos vayan por el mundo asumiendo con buena voluntad responsabilidades que no le corresponden, pues en el fondo la gran virtud de ayudar al prójimo se convierte en su más grande defecto, debido a que llegan a sacrificarse hasta un punto extraordinario para brindar servicios y compartir lo que poseen con otros.

Situación que en la mayoría de los casos los agota física, espiritual y financieramente, terminando al final de la jornada desgastados y decepcionados de la humanidad.

2. Los descendientes de Yemayá terminan revelando secretos sin poseer malas intenciones

Es frecuente que los hijos de Yemayá hablen más de la cuenta, pues su naturaleza curiosa y parlanchina los vuelve sorprendentemente comunicativos, terminando hasta por revelar secretos, aunque en esta acción no medien las malas intenciones.

Un hijo de la Orisha dueña del mundo:

  • Tiene aires de grandeza,
  • se cree invencible y
  • es siempre el primero en dar el paso al frente para enfrentar adversidades.

En ocasiones se les olvida que son humanos y pretenden emprender todas las guerras inclusive las que no les pertenecen.

3. Un hijo de Yemayá no admite las injusticias y por ende se convierte en juez

Un hijo de Yemayá no admite las injusticias y por eso tiende a juzgar a quienes las cometen olvidando que esa función solo le corresponde a Dios.

  • Si quieres llevar la fiesta en paz con un religioso nacido de la sopera del agua salada procura no contradecirlo, pues estos no toleran este tipo de situaciones.

El carácter fuerte que poseen los descendientes de Yemayá los hace crear una coraza que utilizan como fachada ante el mundo, pues estos no entregarán su corazón a cualquiera.

Tras recibir una mala acción estos se muestran enardecidos y turbulentos como el mar, pero con el paso del tiempo suelen perdonar lo sucedido y en el mejor de los casos olvidarlo, porque entre sus defectos se encuentra la falta de memoria.

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