Obatalá, el Orisha dueño de la justicia quiso poner a prueba la inteligencia de Orunmila el gran Oráculo de Ifá, pues a sus oídos habían llegado los rumores de que Orula era un santo muy sabio.
Pataki de Obatalá y las enseñanzas del sabio Orula
El rey de la cascarilla le pidió al adivino que le preparara el manjar más exquisito del mundo, este siguiendo la petición de Obatalá acudió al mercado y compró una lengua de toro.
El primer platillo, el de las buenas acciones
Una vez llegó a su casa con la compra comenzó a cocerla, sazonándola con los mejores condimentos y especias.
La elaboración que realizó con la lengua de toro fue tan exquisita que causó gran impacto en el refinado y exigente paladar del Orisha blanco, quien quedó muy complacido con el festín que se había preparado en su honor.
Culminado el banquete Obatalá se preguntó por qué Orunmila había escogido la lengua como platillo principal.
A lo que el gran adivino respondió que este era el mejor plato pues con la lengua se realizaban buenas acciones, gracias a esta se establecía la palabra entre los seres humanos, habían nacido la bondad, el amor, las promesas cumplidas, las ilusiones, se pronunciaban los sueños, se pedían deseos, se narraban historias, se engrandecía la valía de los hombres y se pactaban acuerdos importantes.
Después de haber escuchado con atención las palabras de Orunmila, Obatalá admitió estar de acuerdo con lo planteado, entonces en su mente nacía una nueva interrogante, ahora el dueño de todas las cabezas humanas quería conocer cuál era el peor platillo del mundo.
El segundo platillo, cuando la lengua maldice
Orunmila, decidido en su elección, se dispuso a elaborar un nuevo platillo donde la lengua fuera por segunda vez la protagonista.
Asombrado Obatalá probó la comida, la que esta vez le pareció espantosa, fue entonces cuando se preguntó cómo era posible que la mejor comida del mundo se posesionara como la peor a la misma vez.
El Oráculo de Ifá le planteó que la lengua era a su vez el peor alimento pues esta era capaz de maldecir, de sembrar la discordia, de difamar, de mentir, de traicionar, de dañar a otros verbalmente, a través de esta se pronunciaban ofensas, se rompían pactos, se creaban discusiones y se destruían ilusiones.
Por todo lo citado, Orunmila pensaba que era esta la única comida que debía identificarse como la peor sobre la faz de la tierra.