El espiritismo, como creencia, se centra en la comunicación con el alma de los difuntos, de aquellos que ya dejaron el plano terrenal.
La inmortalidad del alma, la devoción hacia los espíritus y sus relaciones con los hombres, es la base de este movimiento espiritual tan ancestral.
- La comunicabilidad espiritual (mediumnidad) a partir de la cual el ser humano puede comunicarse con espíritus a través de algún médium es esencial, por tanto, para el desarrollo de esta creencia.
En estos días son muchas las personas en las que aflora el factor mediúmnico, visto como una sensibilidad psíquica para comunicarse con el alma de aquellos que ya murieron, pero que aún desean transmitir mensajes o tienen asuntos sin terminar en el plano terrenal.
Establecer una comunicación con el alma de los difuntos, es el objetivo de las distintas variantes de las creencias espiritistas.
Es una forma de continuar comunicándose con aquellos que ya dejaron el plano terrenal, además de proclamar la reencarnación y las distintas vidas que puede llegar a tener un alma.
También los practicantes espiritistas dicen conocer el porvenir de la humanidad, según la enseñanza de los espíritus superiores que se les comunica a través de los médiums.
Oración para los Médiums ¿Cómo desarrollarme espiritualmente?
¿Cómo saber si eres Médium y cuál tipo eres según Allan Kardec?
La Mediumnidad y el Espiritismo de Allan Kardec
La Mediumnidad es la facultad que capacita a los que la ejercen, los llamados médiums, para entrar en contacto con el mundo espiritual.
Se basa en la variante de espiritismo de Allan Kardec y puede categorizarse de diferentes maneras:
- mediumnidad de efectos físicos
- sensitivos e impresionables
- auditivos
- parlantes
- videntes
- sonámbulos
- curanderos
- pneumatógrafos
- psicógrafos.
¿Qué aptitudes debe poseer el Medium para establecer esta conexión?
A través de la mediumnidad, la persona sensitiva canaliza el otro plano de existencia, esa otra dimensión que es el mundo originario y natural del espíritu humano.
El médium deberá ser aquella persona que sirva de puente canalizador o intermediario entre el mundo material y el espiritual, y pueda comunicar a los demás, los mensajes de las almas desde el más allá.
El mensaje o la petición del alma en cuestión que desee comunicarse con el plano terrenal, deberá ser transmitido lo más fiel y entendible posible, pues solo así los cercanos a esa alma podrán entender los deseos del difunto.
O sea, el Médium en esta tarea deberá:
- Volcarse a la tarea solo si realmente es una persona sensitiva que puede entender y transmitir, de manera responsable, los mensajes de los difuntos, sin afán de protagonismo o popularidad.
- Entender que no es el protagonista de la mediumnidad, sino que se acompaña de sus guías y protectores del mundo espiritual para llevar a cabo determinadas misiones.
Según muchos médiums, la mediumnidad es un proceso ético, en el que la persona que lo lleve a cabo comprende que, si bien ha de servir como intermediario entre los dos planos, pero que también deberá actuar en beneficio del alma y de sus cercanos que aún se encuentran en el plano terrenal, con mucho tacto y responsabilidad.
En la jerarquía del Espiritismo de Cordón u Orilé:
Por ejemplo, en esta corriente espiritista el elemento central es el médium o aquella persona que se comunica directamente con los espíritus y dirigen las casas y templos.
También son ellos lo que organizan las actividades cordoneras y usualmente son personas ancianas, que gozan de gran prestigio, pero que, sobre todo, ejercen su papel con una inmensa responsabilidad hacia la vida y la muerte y no se atribuyen ningún mérito para sí, sino que realizan su labor altruistamente.
Los médiums deben ser consejeros no solo de una persona, sino de muchos que practican el espiritismo y que confiarán en su palabra, al no poderse comunicar por sí mismos con los espíritus.
Por eso, practicar la mediumnidad es usualmente ocupado por personas con un alma muy limpia, que solo desean hacer el bien.
Los médiums deberán también ser líderes para una audiencia de numerosas personas que necesitan de su guía y su consejo para llevar a cabo la misión que los espíritus designen.
Igualmente, las personas buscan la ayuda espiritual para diversos ámbitos de la vida como el amor, la salud y la prosperidad, de ahí la gran responsabilidad que entraña la transparencia y la responsabilidad en la mediumnidad.
¿Cómo saber si podemos practicar la Mediumnidad?
Ser médium es tener la capacidad de comunicarse con el mundo espiritual y debemos saber que, aunque las personas que practican la mediumnidad se preparan y practican de forma constante, también son los que nacen con cualidades y facultades especiales que les permiten comunicarse con los espíritus.
Se dice que alguien que no nació con el don natural para ser médium, puede llegar a serlo con las herramientas adecuadas.
Pero estos son casos raros que necesitan muchísimo más trabajo de concentración y usualmente, tienen menos posibilidades de lograr el éxito final y establecer la comunicación espiritual.
Para saber si podemos practicar la mediumnidad, debemos saber que existen síntomas físicos y sensaciones comunes que aparecen sin razón aparente en nuestra vida y nos indican la presencia del don.
Sensaciones físicas percibidas por algunos Medium:
Algunos médiums describen las principales sensaciones físicas que sintieron y los hicieron darse cuenta de que poseían la sensibilidad para comunicarse con los espíritus. Por ejemplo:
- Escalofríos o fríos extraños, como una bolsa de aire frío que los envuelve en cualquier momento
- Sensación de nudo en la garganta sin razón
- Sudoración de las manos y temor
- Ojos lagrimosos
- Pesadez en distintas partes del cuerpo
- Latidos cardíacos acelerados
Es el cuerpo humano el que da las primeras señales de la presencia de un don para la comunicación espiritual.
Sensaciones psíquicas comunes para quienes poseen el Don:
Pero, por supuesto, debemos sentir otras sensaciones psíquicas para saber que, exactamente, podemos servir de puente entre el plano terrenal y el espiritual. Por ejemplo:
- Escuchar voces o susurros
- Ver sombras, pasar en los lugares a los que acudimos
- Tener sueños premonitorios de eventos que pasarán
- Ver a familiares fallecidos
- Viajes astrales espontáneos en los que vemos nuestro propio cuerpo dormido
- Sentir los pensamientos o emociones de alguien a nuestro alrededor
- Sentir presencias a nuestro lado
Solo si sentimos muchos de estos síntomas, sabremos que estamos destinados a ser médiums y a llevar la responsabilidad de transmitir los mensajes de un plano a otro.
Por supuesto, deberemos buscar a un mentor o a una persona que ya haya practicado la mediumnidad, para que nos guíe en el camino de desarrollar esas habilidades.